La apertura del Pórtico del Perdón inicia en la Diócesis el Año Jubilar de la Misericordia

La Diócesis de Ciudad Rodrigo está viviendo desde la tarde del domingo, al igual que el resto de la Iglesia Católica, el Año Jubilar de la Misericordia convocado en todo el mundo por el Papa Francisco, quién fue el encargado de abrir la celebración el pasado martes en El Vaticano abriendo la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro.

En todas las Catedrales del mundo, el acto que simbolizó en la jornada del domingo el inicio de este Año Jubilar fue la apertura de sus Puertas más solemnes, en el caso de la Catedral de Santa María de Ciudad Rodrigo, la del Pórtico del Perdón. Esta apertura se rodeó de una amplia celebración, que contó con una importantísima asistencia de fieles, entre los que estuvieron todos los estamentos de la Diócesis.

La celebración comenzó en la Iglesia de Cerralbo, con la bienvenida a todos los presentes por parte del Obispo Raúl Berzosa, quién presidió la celebración acompañado del Obispo emérito de Sigüenza-Guadalajara, José Sánchez. Dentro de la Iglesia de Cerralbo, Anselmo Matilla dio lectura a un texto relativo a la misericordia del Evangelio de San Lucas, y el párroco de El Sagrario, Ángel Martín Carballo, leyó parte de la bula promulgada por el Papa Francisco con motivo del Año Jubilar.

A continuación, se desarrolló una procesión desde la Iglesia de Cerralbo hasta la Catedral de Santa María, con el Evangelio como protagonista, portado en alto "porque se quiere hacer visible que Cristo es el que camina delante de su pueblo". La procesión en sí sirvió para escenificar que "el pueblo de Dios está en camino constante y que ese camino exige un compromiso y un sacrificio".

La procesión llegó hasta la zona del Pórtico del Perdón, que fue abierto por el Obispo de la Diócesis, Raúl Berzosa, simbolizando la apertura "el hecho de querer entrar al misterio de la Misericordia de Dios". En ese momento, el Obispo cogió el Evangelio, entrando con él en la Catedral, siguiéndole el resto de sacerdotes, y a continuación los fieles.

Una vez en la Catedral, se produjo un rito bautismal, con la bendición del agua, rociando a continuación el Obispo a todos los presentes. Hecho este gesto, comenzó una Eucaristía. La homilía íntegra del Obispo Raúl Berzosa se puede leer aquí: http://www.diocesisciudadrodrigo.org/blog3/?p=4158#more-4158.