Salamanca recupera la normalidad después de la estruendosa Nochevieja Universitaria (GALERÍA DE FOTOS)
Terminó la fiesta y volvió la "calma", la rutina de la noche salmantina. Terminó la fiesta y la niebla cubrió la capital charra. Pequeños grupos de gente hacen frente al frío con sus cigarros, agolpados en las puertas de los locales que esperan a su clientela juvenil habitual.
La fiesta se hizo niebla y, bajo ella, solitarias, las calles de siempre, libres del gentío, vasos y botellas que las ocupaban la noche anterior.
La fiesta se hizo niebla y en la Plaza, apagada, imponente, la gran bola de Navidad gobierna la soledad y el silencio apenas roto por las conversaciones de las parejas, grupos de amigos y paseantes solitarios que hacen frente al frío, unos de camino a casa, otros buscando seguir con la "marcha".
Y bajo la niebla seguiría la fiesta, en la gélida madrugada. Porque la fiesta nunca duerme, aunque la niebla la cubra.
Alex López