El Monasterio de La Caridad cambia de manos

El emblemático Monasterio de La Caridad de Ciudad Rodrigo, punto de peregrinación de todos los mirobrigenses cada 3 de febrero con motivo de la festividad de San Blas, tiene desde la jornada del viernes nuevos dueños, tras firmarse la venta por parte de sus históricos propietarios, la familia Uhagón de Foxá.

El Monasterio, cuyo origen data de finales del siglo XII pero cuya versión actual es del siglo XVIII -obra en buena parte de Sagarvinaga-, pasó a manos privadas en las desamortizaciones eclesiásticas del siglo XIX. El primer propietario privado fue Narciso Ybarra, llegando posteriormente a la familia Uhagón de Foxá, quién llevaba años intentando venderlo. Por fin ahora, tras un largo período de conversaciones, se ha conseguido alcanzar un acuerdo, que ya ha sido formalizado.

En esas conversaciones, que se han llevado con mucho sigilo por el bien de la operación, han estado involucrados el Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo y la Junta de Castilla y León, al estar catalogado como Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento. La posibilidad de venta únicamente había salido a la palestra pública en una ocasión, en un Pleno Ordinario del Ayuntamiento, al ser preguntado al respecto el Equipo de Gobierno por el PP.

El Consistorio ha estado "constantemente al corriente" de los movimientos, según explica el alcalde Juan Tomás Muñoz, pero han mantenido el oportuno silencio (más aún al tratarse de una operación privada), intentando eso sí "echar una mano", en el sentido de facilitar los contactos con la Junta y proporcionar la documentación que ha sido precisa para poder llevar a cabo la venta.

Al ser Bien de Interés Cultural, la Junta de Castilla y León tenía derecho de retracto (es decir, podía haberse quedado con el Monasterio realizando una oferta más alta), pero hace una semana y media el organismo autonómico comunicó que renunciaba a ejercer ese derecho, lo cual daba 'vía libre' a la venta a las personas que se habían interesado por el mismo.

La venta no sólo incluye el recinto del Monasterio en sí (de unos 8.000 metros cuadrados), sino también 200 hectáreas del entorno (a ambos lados de la carretera que va de Ciudad Rodrigo a Sanjuanejo), que también eran propiedad de la familia Uhagón de Foxá. Según la oferta de venta que se hizo pública hace algún tiempo, para estos terrenos existe una concesión de 40 hectáreas de regadío.

El destino que van a tener el Monasterio y sus terrenos aledaños sólo lo saben a ciencia cierta sus nuevos propietarios ?de los que poco se sabe, salvo que son de Madrid-, pero lo que sí es cierto es que el Monasterio necesita una importante rehabilitación, como por ejemplo sus cubiertas (en los últimos años ya se prohibió el acceso al Claustro durante la festividad de San Blas por el peligro de derrumbe).

Una de las principales opciones que está sobre la mesa es la transformación en un complejo hotelero de lujo, como se 'proponía' en los anuncios para intentar vender el Monasterio. Por ejemplo, en esos anuncios se decía que en el Monasterio podrían habilitarse unas 100 habitaciones de 5 estrellas, y que los terrenos aledaños serían perfectos para la construcción de un campo de golf que no tendría problemas con el agua.

Como otras ideas de uso, aquel anuncio planteaba la construcción de un museo temático y otros espacios para actividades deportivas, como pistas de tenis o una piscina climatizada. Es de prever que cualquier inversión que se quiera hacer en el mismo, empezando por la propia rehabilitación, repercutirá de forma beneficiosa para la economía mirobrigense, ya que se espera una inversión de varios millones de euros.

El alcalde Juan Tomás Muñoz considera que si se lleva a cabo el proyecto del que ha tenido conocimiento el Ayuntamiento, puede ser una iniciativa "halagüeña" para Ciudad Rodrigo, en todo lo que se refiere "al proyecto de ejecución, la rehabilitación y la promoción turística".