CIUDAD RODRIGO | El incendio se generó en una vivienda del primer piso del bloque cuando no había nadie en su interior
Los vecinos del número 59 de la Avenida de Salamanca, así como de los edificios vecinos, vieron alterada su tranquilidad dominical a la hora de comer por un fuego declarado en una de las viviendas del mencionado bloque.
La vivienda donde se generó el fuego está situada en el primer piso del bloque (que tiene 5 viviendas por piso), justo encima de la farmacia de la Avenida de Salamanca. Allí residen de forma habitual una madre con sus dos hijos adolescentes, aunque en el momento de producirse el suceso no había nadie en el interior de la vivienda (de hecho, todas las persianas exteriores estaban bajadas).
Aunque los motivos aún están por confirmar, uno de los miembros de los Bomberos de Ciudad Rodrigo que accedieron a la vivienda apuntó que el fuego se habría declarado en el salón, concretamente en una mesa, donde los bomberos tuvieron que apagar llamas (en la vivienda había varias maderas preparadas para montar una serie de muebles).
La voz de alarma del incendio la dio a las 14.46 horas el responsable del establecimiento de alimentación situado prácticamente enfrente del bloque de viviendas. Esta persona vio cómo salía humo por las persianas de la vivienda, por lo que avisó a los Bomberos, que desplazaron una primera dotación.
Equipados con la protección correspondiente, los Bomberos accedieron a la vivienda afectada (rompiendo la puerta), momento en el que tuvieron constancia de que no había nadie en su interior. Al mismo tiempo, llegaron hasta el lugar del suceso patrullas de la Policía Local, de la Guardia Civil y efectivos sanitarios del 112. Además un policía de paisano también participó en el operativo.
A la par que iban llegando los diversos efectivos, los vecinos del bloque procedieron a su desalojo, saliendo a la calle con lo puesto (por ejemplo, había varias personas con bata o pijama).
En los minutos siguientes, llegó una segunda dotación de los Bomberos, equipada con una grúa, para proceder a abrir la persiana de la sala donde al parecer se originó el incendio. Mientras esto ocurría, la propietaria de la vivienda donde se generó el fuego sufrió un ataque de nervios, de la que fue atendida por los efectivos sanitarios. Asimismo, hubo algún otro vecino, especialmente personas mayores, que también fueron atendidos por el 112; y dos policías locales por culpa del humo.
Una vez los Bomberos tuvieron controlada la situación por completo en la vivienda afectada, los vecinos del resto del bloque fueron accediendo poco a poco a sus viviendas para ver si habían sufrido desperfectos. Todos ellos descubrieron que las casas estaban llenas de humo y con una ligera capa de ceniza en el suelo (al igual que las zonas comunes del bloque). Tras esta inspección, volvieron a salir del bloque.
Además de la vivienda donde se generó el fuego, el espacio más afectado por este suceso es la farmacia situada justo debajo, ya que el agua que se empleó para apagar las llamas acabó calando hacia abajo, generándose goteras, de las que se estaban ocupando posteriormente los Bomberos.
Entre los principales comentarios de los vecinos del bloque, así como de los conocidos y curiosos que se fueron acercando por allí estaba que, a fin de cuentas, había habido suerte de que el fuego se hubiera declarado a la hora de comer, y no por ejemplo de madrugada, cuando hubiera sido realmente peligroso para todos los vecinos.