Compartir

A los niños pequeños no hay que explicarles reglas de convivencia porque saben socializarse y para ellos compartir juguetes es algo natural. Somos los adultos quienes los marcamos y condicionamos sus comportamientos para el resto de sus vidas desde el mismo día de su nacimiento con el rosa y el azul.

Compartir es repartir, dividir o distribuir algo. Es la definición de la Real Academia Española (RAE), pero a mí siempre me ha gustado más la que dice que es dar lo que uno tiene y no lo que le sobra.

Estos días nos estamos volviendo todos sensibleros con el anuncio de la Lotería de Navidad y el mensaje de que "el mayor premio es compartirlo". Una buena idea, sin duda, bien construida, directa a los sentimientos, con una música cálida, buenas interpretaciones y un ambiente cotidiano que nos deja la sensación de lo sencillo que es hacer felices a los demás. La campaña son muchas historias alrededor de la principal, la más larga, la del bar de Antonio, y todas con un mensaje alegre, optimista y en algunos casos hasta utópico?

Todo perfecto si no estuviera detrás el matiz económico, el de siempre, el de tener que consumir para sentirnos mejor, para ser felices, para poder soñar? Todos aspiramos a la felicidad y pensamos que teniendo más dinero lo lograremos y, por esa regla de tres, los hay que juegan a todo confiando su destino al azar y también quienes consideran la salud como la auténtica lotería.

Yo, más que ser millonario, prefiero seguir teniendo a muchas personas nobles, humildes, trabajadoras y para quienes la palabra amistad es tan sagrada que siempre comparten mucho más que el dinero o la fortuna: la felicidad que transmiten una llamada, una mirada, un saludo, un abrazo y unas palabras?

Tal vez debiéramos volver a la época del Romanticismo para comprender que compartir no es un premio, sino un regalo que hace feliz a quien da y a quien recibe. En el fondo es triste que tenga que ser una campaña de publicidad la que nos toque la fibra, nos ablande, nos haga humanos y sacuda nuestras conciencias con la cantidad de posibilidades que tenemos a diario, a nuestro alrededor y con los que menos tienen lejos, para compartir y construir entre todos un mundo mejor.