Blaugrana al vent

A los señores de la UEFA, aunque sólo sea por alimentar su caja, lo de hacer cumplir las normas se les da bien. Ante algún desliz en forma de bandera, siempre que no sea nazi o aledaña, hacen la vista gorda. Un aquelarre político en un campo de fútbol con el consentimiento más o menos activo de un club lo sancionan sin contemplaciones. Le ha pasado al Fútbol Club Barcelona, que por envolverse en la bandera estelada independentista catalana, se ha estrellado contra el reglamento de la UEFA, que visto lo visto pesa más que el reglamento del Parlamento de Cataluña o las sentencias del Tribunal Constitucional. Y, sobre todo, ha emborronado con torpeza un hermoso pasaje de su himno:

"Tant se val d´on venim, si del sud o del nord, ara estem d´acord, estem d´acord, una bandera ens agermana. Blaugrana al vent, un crit valent!".

Azulgrana al viento, un grito valiente. Azul y grana integradores, incluyentes, acogedores, sin importar procedencias ni filiaciones. Colores de acuerdo y de consenso. Colores que hermanan a los que sienten la senyera y la bandera de España. Colores que hacen del Barça un club grande, porque el azul y grana lo engrandecen pero las esteladas lo hacen pequeño, provinciano, obsoleto y excluyente. Azulgrana que ondea en las tierras gallegas de Luis Suárez y en las asturianas de Quini, en las leonesas de César y las castellanas de Pereda, en las manchegas de Iniesta y las canarias de Pedrito, en las alavesas de Zubi y las navarras de Baquero, en las ceutíes de Migueli, las gaditanas de Gallego y las alicantinas de Asensi, Carrasco y Amor, en las mallorquinas de Nadal? Cientos de peñas, miles de barcelonistas, hacen grande al club en toda España.

Azul y grana universales frente a una bandera que ni hermana ni es valiente. Una bandera que sofoca la democracia. Una bandera que no la entiende como el sistema de libertades y de derechos que consiste en votar para cambiar las leyes sino que la pervierte votando para incumplirlas. Qué lejos de ese azul y grana de ataques constantes, toque a toque, arriesgando para ganar, defensas de tres, medios creativos, extremos rápidos y fútbol total. Qué cuesta arriba se nos hace a los que admiramos al Barça, le tenemos cariño y queremos a menudo que gane. Qué pena de mascaradas, esteladas y corruptelas (que a todos abarcan en este deporte tan grande y tan miserable). Qué bonito el Nou Camp gritando con valentía con sus banderas azulgranas. Blaugrana al vent es el nombre del colectivo de socios del Barça que anhela separar a su equipo de la política, que lo quiere grande y no pequeño, universal y no paleto. Blaugrana al vent, pues ése y no otro es su color.