El Subdelegado del Gobierno anima a los vecinos de El Puente a denunciar cuando haya problemas

En la mañana del miércoles se desarrolló la esperada reunión en la Subdelegación del Gobierno en Salamanca para tratar la problemática que vive la barriada del Arrabal del Puente de Ciudad Rodrigo. Al encuentro asistieron el propio subdelegado, Javier Galán Serrano, representantes del Ayuntamiento mirobrigense (el alcalde Juan Tomás Muñoz y la concejal de Policía Local, Begoña Moro), y miembros de las tres asociaciones de vecinos del área de influencia: El Puente y Huertas de la Artesa, Barrio Nuevo y Andrés del Brío.

La reunión con el Subdelegado había sido solicitada por los propios representantes vecinales, quienes hace unas semanas reflejaron los problemas de convivencia que existen en el Arrabal en una carta que fue entregada a Javier Galán por el alcalde Juan Tomás Muñoz en el encuentro previo que hubo hace dos semanas entre Subdelegación y Ayuntamiento.

En la reunión de la mañana del miércoles, tras una introducción por parte del alcalde, tomaron la palabra los propios vecinos, quienes relataron los problemas que tienen, de variada índole. Por un lado, los vecinos denuncian los insultos, amenazas y vejaciones que reciben de forma frecuente personas que pasean por la barriada, causando una situación de total inseguridad ciudadana.

Por otro lado, se mencionó el problema del absentismo escolar, que hace que niños que debían estar en el colegio pasen muchas horas en la calle, incluso hasta altas horas de la madrugada.

Como gran problema, los vecinos expusieron que hay un incremento en el tráfico de drogas, con presencia de ciudadanos portugueses para su consumo. Según recuerda uno de los vecinos del barrio, hace unos años también se registró un aumento en la presencia de súbditos portugueses. En aquel momento, se reforzó la presencia de la Guardia Civil, logrando que esos ciudadanos del país vecino desaparecieran del paisaje del barrio. En la reunión de la mañana del miércoles, se expusieron los lugares donde creen los vecinos que se concentra en estos momentos la venta de estupefacientes.

Otro problema que se presenta es la rotura del mobiliario urbano, o que los vecinos no tienen reparos en tirar la basura en cualquier lugar. Además, existen corrales domésticos, cuando no puede haber ninguno dentro del núcleo urbano. Todos estos problemas están provocando que haya personas que quieran "malvender su vivienda", como explica un vecino, para huir de ese ambiente.

Durante la reunión, el subdelegado pidió a los representantes vecinales que transmitan a sus convecinos que cuando haya cualquier problema se formule la pertinente denuncia ante la Policía Local y la Guardia Civil, para así lograr que la intervención de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad sea "más efectiva y redunde en la progresiva solución de los problemas de convivencia que existen en la actualidad".

En lo que a él mismo respecta, el subdelegado explicó que ha dado la orden para que se refuerce la presencia de la Guardia Civil en el barrio, intentándose además que se pueda asignar algún guardia civil más al Cuartel mirobrigense. En materia de fuerzas de seguridad, también quedó patente la necesidad de una plena coordinación entre la Policía Local y la Guardia Civil.

En este mismo ámbito, se puso sobre la mesa que, aunque las fuerzas de seguridad hacen su trabajo, la Justicia no actúa lo suficiente. Como apunta un vecino, "la Guardia Civil coge a uno y luego lo sueltan, por lo que también ellos se cansan".

Por último, en lo que al Ayuntamiento respecta, el alcalde Juan Tomás Muñoz se comprometió a aplicar con firmeza las ordenanzas sancionadoras en materia de limpieza urbana, tenencia de animales u ocupación de la vía pública.

Hay que recordar que hace dos meses hubo una reunión entre el Equipo de Gobierno del Ayuntamiento del Ciudad Rodrigo, vecinos de los barrios afectados, y responsables de la Guardia Civil y la Policía Local, en la que el Consistorio se comprometió a retirar (una vez al mes) los enseres que se depositen en la vía pública. Desde entonces, el camión de recogida ha bajado ya en un par de ocasiones, llenándose hasta tres veces.