La técnica de Juan del Álamo se hace mayor

Manuel Escribano, Iván Fandiño y Juan del Álamo hacían el paseíllo esta tarde en la quinta corrida de la Feria del Pilar de Zaragoza, un festejo que llevaba el hierro de Fuente Ymbro. A las cinco y media en punto hacía el paseíllo la terna.

Sin orden ni concierto picó al abreplaza Chicharito, siendo imposible sujetarlo y derribándolo en la segunda vara. Lo mejor de salida fue el remate final de Escribano. Pareó con solvencia, especialmente con emoción fue el último par al hilo de tablas. El toro tuvo transmisión desde el primer momento y Escribano supo ponérsela en la cara sin dejarle aire en ningún momento de la tanda, lo que evitó que se rajara. Firmeza mostró también en un aburrido pitón izquierdo, con el que sujetó también su mansedumbre. Pasó las de Caín hasta que lo consiguió cuadrar para matar, algo que hizo rápido cuando lo vio claro, pues se puso andarín el de Gallardo. Ovación tras aviso.

Nunca había que dejar que se parara el segundo de la tarde, el toro de menor peso del encierro y con el que lo intentó Fandiño ante un animal que daba frenazos a la salida de su capote. Brindó a Simón Casas antes de ponerse en la raya del tercio a torear a diestras a un toro que iba en corto. A ráfagas embestía un toro que paulatinamente fue a menos y a menos. Se estrelló Fandiño contra la falta de casta del animal. A espadas, dejó una estocada de la que tardó en caer.

Decidido a los medios salió Juan del Álamo a recibir al segundo, que fue sacando un tranco explosivo conforme iba avanzando la lidia. Empujó en el peto el toro y también a los de plata, destacando un genial Rafael Viotti en sus pares. Brindó al público Juan para ir sobreponiéndose a base de valor a un toro que embestía también de forma explosiva, estando por encima de forma inteligente de su condición. Aguantó la forma de soltar la cara del toro, muy en corto, pasándole cerquísima el astado a diestras. Muy valiente estuvo en el epílogo muleteril, ganándose a pulso el aplauso del respetable maño. A espadas, lo mató de estoconazo. Oreja.

El cuarto salió en la misma línea que sus hermanos, y lio recibió Manuel Escribano en la puerta de chiqueros, viniéndosele cruzado y salvando con un esquivo la cornada segura el de Gerena. Posteriormente imprimió alegría en su toreo capotero, llevando por chicuelinas al paso al toro al jaco. Banderilleó con valentía, especialmente el último par, al hilo de tablas. En faena el toro se paraba, pegando fuertes frenazos en el momento del embroque. Pronto se le fue el gas al de Ricardo Gallardo y tomó la espada Manuel, despachando en largo trance y pinchazos al astado.

En el mismo son salió un quinto que cuidó mucho en varas Fandiño tras un recibo con más voluntad que acierto. Seguro y brillante en el tercio de banderillas anduvo el maño Jesús Arruga. Brindó a su cuadrilla el último toro de su temporada, un astado que sacó carbón en un inicio por bajo en el que lo debió someter Iván. Comenzó a quedarse cortísimo a partir de ese momento el de Fuente Ymbro, sacando peligro y condición zorrona. Por molinetes acabó su trasteo, para entrar a matar con varios pinchazos y descabello.

Soberbio anduvo en el tercio de varas al sexto Óscar Bernal, levantando el palo cuando lo requería el astado. Del Álamo intentó ceñirse en el quite pero el toro le dejó claro que no era el momento del arrimón. Soberbio anduvo Domingo Siro palos en mano. Quiso brindarle Juan a "todos los aficionados de todo el mundo, por los momentos tan complicados que pasa la Fiesta" antes de ponerse a someter por bajo al cierraplaza muleta en mano. Más tecnicismo que esteticismo puso Del Álamo en su faena aun sexto noblón, con un viaje a media altura en el que le intentó bajar la mano el mirobriguense. Se la dejó muy bien puesta, ayudando al toro a ir hacia adelante en los finales para, espada en mano, dejar un estoconazo que valió la oreja.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de La Misericordia, Zaragoza. Quinta de la Feria del Pilar. Corrida de toros. Media entrada.

Toros de Fuente Ymbro, repetidor de humillación a menos el primero, embestidor con el fondo justo el escurrido segundo, de movilidad geniuda e informal el castaño tercero, de fogoso protesta muy a menos el desfondado cuarto, mentiroso, reponedor y con peligro el quinto, boyante y obediente el humillador sexto.

Manuel Escribano, ovación tras aviso y silencio tras aviso

Iván Fandiño, silencio y ovación tras aviso

Juan del Álamo, oreja y oreja tras aviso