Efemérides: dolor, emoción, incertidumbre y... sobre todo, Memoria.

Mi madre está pasando unos días en casa para reponerse de una pequeña operación de cataratas. Hoy, mientras desayunábamos juntos y hablábamos al amor de los primeros rayos de sol de una mañana clara y luminosa de principios de otoño se quedó un momento pensativa y me soltó: "el domingo 27 hace los años que nos casamos tu padre y yo", se nota que cuenta los días, las semanas y los años que van pasando desde que mi padre nos dejó hace apenas dos años, su ausencia no hace otra cosa que incrementar su memoria, una memoria llena de sacrificios, ya que se quedó huérfano con apenas 12 años cuando unos falangistas fusilaron a mi abuelo en agosto del 36, ambos fueron obreros, sindicalistas y antifascistas y hoy, de alguna manera, ocupo su lugar en una mesa en la que el aroma del café y de las tostadas se mezcla con la memoria y el recuerdo. Para mi madre y para nosotros, sus descendientes, el 27 de septiembre es una fecha trascendental.

En otro 27 de septiembre, pero de 1975, se ejecutaron las últimas sentencias de muerte del franquismo, acontecimiento que pasará casi inadvertido a pesar de que Luis Eduardo Aute nos haya dejado una hermosísima y demoledora canción: Al Alba, acontecimiento nefasto para la memoria de este país que ha pasado de ejecutar a las claras a los opositores al régimen a hacerlo con los votantes más humildes de manera escondida y embadurnando de falsa democracia a los que vienen buscando un mundo mejor por el estrecho, por mucho puente que se haga en Cádiz, o dejando en la miseria a miles de españoles que pagan con su vida la falta de asistencia sanitaria, de digna educación y vivienda, al sacar a España de una crisis, que ellos no provocaron, para que el idiota (2. adj. Engreído sin fundamento para ello.) del presidente de gobierno presuma en las inauguraciones y en las entrevistas de que "todo va bien" y que es de color de rosa, se nota que no pasea por los barrios obreros donde hay miles de jubilados que tienen que costear la vida de sus hijos y nietos, cosa que no pasa en los barrios ricos, como queda demostrado en El Intermedio cada semana. Cierto es que esta España es distinta, arreglados estaríamos si no fuera así, algo hemos avanzado, sobre todo en camuflar los hechos maquillándolos con la crema democrática. Entonces y ahora hay presos políticos, entonces era claro, ahora casi no se habla de ellos, lo dirá el futuro en el que se ubicará la memoria de lo actual, al igual que ahora se habla de las penas de muerte de aquel día del año 1975 como algo que no debió suceder, a pesar de las manifestaciones internacionales y las peticiones de clemencia de dirigentes del mundo entero, incluido el Papa desde el Vaticano, Franco hizo caso omiso, se enrocó en su trayectoria asesina y fascista unas semanas antes de morir.

Y hoy, 27 de septiembre de 2015, día en que se publica este artículo, se celebran elecciones al parlamento catalán que en vez de ir a eliminar las fronteras, sobre todo las de la mente y el bolsillo -las físicas, obviamente, me sobran- aparecen vasos, platos, botellas y banderas por todos lados como la solución a los problemas que surgirán a partir del día 28. En verdad a mi me daría igual que hubiera elecciones plebiscitarias o no sino fuera por el gasto inútil que suponen ya que no ha servido de nada la campaña electoral, nadie se movido ni un ápice de su posición anterior, tanto la posible Cataluña republicana como la monárquica España -con alguna pequeñísima diferencia- serían estados ordenados y dirigidos por los mismos intereses fundamentalmente económicos y en ninguno de ellos se plantea una nueva relación humana y social, al menos yo no lo he oído en la dichosa campaña, en ambos estados los dirigentes estarán orgullosos de sus logros, nunca hablarán de los que quedan por el camino para que ellos y sus mafiosos compinches sigan su senda de dinero y corrupción, el propio sistema se lo impide y a las pruebas me remito: ¿serán capaces de meter en la cárcel durante años a Rato y Pujol? Lo dudo, y si entran ¿cuánto tiempo estarán en ella? Algunos, por pensar y actuar consecuentemente, llevan meses o años, nada más hay que ver los informes de los organismos internacionales que velan por los derechos humanos en este país.

Los desvelos de mi madre, el recuerdo de algunas de las muchas víctimas franquistas y la posible independencia de Cataluña confluyen en un mismo día, todos estos acontecimientos producen dolor, emoción o incertidumbre, hay que estar preparados para ello, la Memoria, juega a favor.