Reducir la población, crear un plan conjunto de gestión con Portugal e indemnizar las pérdidas al ganadero con rapidez, deben ser acciones prioritarias para la Administración
Asaja Salamanca exige a la Junta de Castilla y León que controle de manera urgente la población de lobos en la zona de Arribes del Duero, con el objetivo de poner fin a los constantes ataques que están sufriendo los ganaderos de varios municipios, donde todas las noches mueren animales por ataques de lobos. Los ganaderos están hartos de sentirse desprotegidos por parte de la Junta de Castilla y León y ante "la impotencia que sienten cada vez que descubren un nuevo animal masacrado por el lobo meditan el tomar medidas por su cuenta".
Asaja Salamanca pide a la Junta de Castilla y León que de manera urgente controle la población de lobos en esta zona donde el aumento de esta especie es constante, como lo demuestran los numerosos ataques que están sufriendo los ganaderos a lo largo del 2015. Por ese motivo ?añaden?, "si la población de lobos aumenta, si se intensifican el número de ataques y animales muertos, la Junta debe aumentar su presión sobre el lobo y proteger al ganadero, auténtico protagonista del desarrollo rural".
Por otra parte, esta OPA considera que la Junta de Castilla y León tiene que abordar de manera urgente un plan de gestión del lobo con Portugal, puesto que "está demostrado que muchos de los animales que matan en Arribes proceden del país vecino, donde no existe ninguna normativa de control sobre esta especie para la desesperación de los ganaderos lusos, que también son masacrados por el lobo con total impunidad".
Al mismo tiempo, sostienen que la Administración autonómica "debe acortar de manera muy significativa los plazos para indemnizar por la vía patrimonial las pérdidas que sufren los ganaderos por culpa del lobo. Es inconcebible que, además de perder a los animales que son su sustento, el ganadero tarde dos años en cobrar una indemnización que ni mucho menos llega a cubrir el valor del animal, ni el lucro cesante que tiene este profesional". La complejidad del sistema ideado por la Junta de Castilla y León para reclamar la indemnización tras un ataque de lobo, provoca que muchos ganaderos opten por no solicitarla. "En estos momentos, el verdadero mártir de esta situación es el ganadero, que además de perder a sus animales está abandonado por la Administración, quien le condena a un largo, tedioso y farragoso trámite burocrático con el fin de que se harte y no reclame la indemnización".
Asaja Salamanca considera que "el respeto y apoyo a los ganaderos de Arribes, una zona donde la ganadería es el principal medio de vida, debe ser máximo por parte de todas las Administraciones. En esta comarca, la ganadería es el verdadero motor del desarrollo rural y la actividad económica que más población fija. Por ese motivo, es intolerable el abandono que sufren los ganaderos por parte de la Junta de Castilla y León, empeñada en defender primero al lobo en detrimento de las personas".