Recuperó la confianza perdida en Bilbao una corrida de Bañuelos aprovechada por Juan del Álamo para cortarle tres orejas; unos alegres Padilla y Fandi pasearon una
Juan José Padilla, El Fandi y Juan del Álamo hacían el paseíllo en la segunda de la Feria de San Antolín de Palencia. A las seis en punto de la tarde arrancaba una función en la que los toros con el hierro de Antonio Bañuelos en busca de la recuperación de su confianza hacían acto de presencia.
El primero de Antonio Bañuelos fue un buen toro, noble y con fijeza pero con poco gas a final de trasteo. Dejó un trasteo de cara al respetable Padilla recibiéndolo de capa con dos cambiadas y media docena de verónicas. Emocionó en banderillas para iniciar faena de hinojo y enlazar con una seria de rodillas. Ligó muletazos de belleza por ambos lados en diez minutos que fueron a menos por el poco fuelle del animal. Tras la estocada, paseó una oreja con leve petición de la segunda. Una faena meritoria dejó en el cuarto, del que fue prendido de forma fea al rematar un muletazo, propinándole el toro una voltereta. Tras pinchar el toro y no obtener trofeo, pasó por su propio pie a la enfermería de la plaza.
Encastado y con transmisión era el buen segundo, al que ahogó El Fandi en la muleta y no lo entendió. Gran toro fue el de Bañuelos con el que David dejó verónicas de mano baja para proseguir con chicuelinas y rematar con una media de rodillas. Quitó a ese toro de manera vistosa para, en banderillas, conectar con el tendido. Cuando el astado llegó a la muleta, David no entendió las distancias del animal, lo ahogó en una faena aseada que culminó con pinchazo y estocada. Hubo leve petición para, sorprendentemente, ser silenciado después. El quinto de la tarde, con 518 kilos, fue un toro noble pero áspero en la muleta aunque tuvo transmisión en los primeros tercios. El Fandi montó el taco en banderillas con cuatro pares, el cuarto pedido por clamor popular, para luego sellar una faena variada de muleta con momentos rodilla en tierra y molinetes finales. Mató de pinchazo y estocada, lo que le valió la oreja.
El tercero fue un toro con escasez de fuerzas pero noble y enclasado. Juan del Álamo se sobrepuso a la adversidad de la plaza tras la no devolución del toro y le propinó una faena de mucho tacto, metiendo en el canasto al animal para sonsacar grandes muletazos al natural. Fue precisamente por el izquierdo por el que lo templó el mirobriguense, para tras pinchazo y estocada, pasear la oreja. Culminó la tarde Juan con el sexto, ovacionado en el arrastre y más en tipo de los tres primeros. Lo lanceó a gusto a la verónica y, ya muleta en mano, lo ligó en redondo con mucha pureza el charro. Fue una faena a más en la que lo llevó larguísimo, bajándole la mano y convenciendo a los tendidos en su faena. Tras el estoconazo, paseó el doble apéndice.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Campos Góticos, Palencia. Segunda de la Feria de San Antolín. Corrida de toros. Más de media plaza.
Seis toros de Antonio Bañuelos, el gran sexto ovacionado en el arrastre. Peores cuarto y quinto. Nobles a menos los tres primeros.
Juan José Padilla, oreja y ovación.
David Fandila "El Fandi", silencio y oreja.
Juan del Álamo, oreja y dos orejas.