Asimismo, lamenta el endurecimiento de los compromisos a cumplir por parte de los remolacheros
A comienzos de la semana pasada Bruselas daba el visto bueno al Programa de Desarrollo Rural 2014-2020 presentado por la Junta de Castilla y León. Dentro de la programación del mismo se encuentran los pagos para compromisos agroambientales y climáticos de los que forma parte la ayuda agroambiental a la remolacha que está previsto que se conceda durante cinco campañas, comenzando en la 2015/16 y finalizando en la 2019/20.
Tras un primer análisis del texto aprobado, tal y como señalan desde la Alianza UPA-COAG, cabe destacar varios cambios novedosos sustanciales respecto del diseño inicial que la Administración hizo de la ayuda (y que quedó plasmado en la Orden AYG/1129/2014 reguladora de bases).
Por un lado, la obligatoriedad de incluir en la rotación de la explotación el cultivo de leguminosas, proteaginosas y/o crucíferas en una superficie equivalente a la del contrato agroambiental suscrito por parte del agricultor con la Administración. Asimismo se obliga a realizar una enmienda con uno de estos cultivos en el caso de parcelas situadas en zonas vulnerables a nitratos. Para poder recibir los 350 ?/ha del importe básico de la ayuda, los remolacheros tendrán que realizar entre otros estos compromisos a mayores sobre los ya establecidos en su día en la normativa.
Por otro lado, desaparece la posibilidad de poder acogerse voluntariamente al compromiso que permitía acceder a una ayuda adicional de 50 ?/ha siempre que se utilizara maquinaria que permitiera eliminar la mayor parte de la tierra durante el proceso de carga de la remolacha para su transporte a fábrica.
De confirmarse finalmente, desde la Alianza UPA-COAG denuncian el recorte en el importe inicialmente previsto de la ayuda así como el endurecimiento de los requisitos a cumplir por parte de los remolacheros, que da al traste con las expectativas que se trasladaron desde la Administración al sector en su día, cuando desde esta se comprometieron 500 ?/ha. Estos 500 ?/ha van a quedar reducidos a 450 ?/ha en el mejor de los casos (siempre que se realice un abonado sideral de leguminosa que permite una ayuda adicional de 100 ?/ha), aunque el 95% de los agricultores verá la ayuda limitada a un máximo de 350 ?/ha.