, 21 de diciembre de 2025
Volver Salamanca RTV al Día
Lo que le está pasando a nuestra casa
X

Lo que le está pasando a nuestra casa

Actualizado 23/08/2015

El primer capítulo de la encíclica Laudato si, que el Papa Francisco ha dedicado a promover el respeto al mundo creado, está dedicado a considerar lo que que le está pasando a nuestra casa común.

En primer lugar, constata la contaminación que afea y destruye a la naturaleza, a causa del vertido irresponsable de nuestras basuras y de esta manía del despilfarro de de los restos de un consumo desorbitado que lleva a lo que el Papa ha denunciado muchas veces como la cutura del descarte.
[Img #400254]Por muy discutidos que sean los datos que hoy se barajan, el Papa ha decidido tomarse en serio los que nos advierten del cambio del clima, debido precisamente a la intervención del ser humano. Pero más importante todavía es leer que considera la naturaleza creada como un bien común a toda la humanidad (LS 20-26).
Entre los problemas mencionados por la encíclica se subraya la escasez de agua. La contaminacion hace peligroso su consumo, sobre todo para los más pobres de la tierra. Por otra parte, algunas empresas multinacionales están procediendo a privatizar su distribución. La encíclica proclama que el acceso al agua es un derecho humano (LS 27-31).
Otro bloque de problemas atañe a la pérdida de biodiversidad. Se pierden muchos ejemplares de la flora y de la fauna que hasta hace poco poblaban el planeta. Todos podemos observar el daño y la disminución de los bosques. Los océanos se han convertido en un vertedero y están dañándose irremediablemente las barreras de coral (LS 32-42).
Además, se piensa que el mayor signo del progreso es el aumento del cemento y del asfalto. Pero esa capa dura impide respirar a la tierra, disminuye las zonas húmedas y genera un notable deterioro de la calidad de la vida humana, aumentando así la degradación social.
Una vez más denuncia el Papa la inequidad o desigualdad social. Es evidente la persistencia del hambre en el mundo. Pero puede paliarse si se reduce el desperdicio de alimentos, y se rechazan los programas que se ocultan bajo el engañoso título de la "salud reproductiva" (LS 48-53).
Ante este panorama, llama la atención tres fenómenos realmente escandalosos: la ostentosa debilidad de las reacciones, tanto políticas como financieras; la continuidad de los hábitos dañinos para el planeta; y la persistencia de las guerras que dañan la vida humana y la vida misma de la tierra (LS 53-59).
Junto a esa irresponsabilidad colectiva, se levanta la clamorosa diversidad de opiniones sobre el estado de la casa común. Muchos desconfían hoy del mito del progreso. Pero es necesario un diálogo sincero entre la técnica y la ética (LS 60).
Ante el deterioro del planeta, la Iglesia no propone una palabra definitiva, sino un debate honesto. "Lo cierto es que el actual sistema mundial es insostenible". Es cierto que la esperanza nos dice que siempre hay una salida, pero es preciso y urgente reorientar el rumbo de nuestras actividades (LS 61).
José-Román Flecha Andrés
TÚ TIENES PALABRAS DE VIDA ETERNA
"Lejos de nosotros abandonar al Señor para servir a dioses extranjeros!" Es conmovedor este grito de los dirigentes de Israel. Según el libro de los Jueces, Josué reunió a las tribus de Israel y les planteó el dilema mas importante de su historia: la elección de un Dios, y en consecuencia el tipo de cultura que pretendían adoptar (Jos 24, 1-18).
Servir a los dioses a los que habían adorado sus padres en Ur de Caldea o adorar a los dioses de los cananeos que habían encontrado en la tierra prometi

da. Esa era la cuestión. Había que situarse entre la memoria de un pasado remoto y la difícil convivencia que ya se presentía para el futuro.

Pero Josué era el único que había vivido en Egipto, había sido fiel a Moisés, y con Caleb había explorado la tierra prometida y ofrecido esperanzas a su pueblo. Él había pasado el Mar Rojo y había atravesado el Jordán. Era un testigo de la alianza y de la fidelidad de Dios. Y por eso dio su testimonio: " Yo y mi casa serviremos al Señor".
Esa firmeza del jefe y la memoria de la liberacion obrada por Dios son los grandes motivos que llevan al pueblo a formular su propia confesión de fe: "¡Lejos de nosotros abandonar al Señor para servir a dioses extranjeros! El Señor es nuestro Dios? También nosotros serviremos al Señor".
EL PAN Y LA ENTREGA
También en el evangelio que hoy se proclama, se evoca una tensión y una seria interpelación (Jn 6, 60-69). En el discurso de Jesús en la sinagoga de Cafarnaúm, que sigue a la distribución de los panes y de los peces, Jesús ha escandalizado a "muchos" de sus discípulos. No pueden aceptar la idea de "comer la carne" del Hijo del hombre y "beber su sangre", para tener vida verdadera.
? El texto incluye una enseñanza de Jesús sobre el fundamento último de la fe: "El espíritu es quien da vida, la carne no sirve de nada". Pero las palabras de Jesús son espíritu y vida. Quien se aleja de Jesús es que no ha acogido de verdad esas palabras de vida. Esa era, es y será siempre la tentación de los discípulos de Jesús.
? Nos impresiona la nota que añade el evangelista: "Jesús sabía desde el principio quiénes no creían y quién lo iba a entregar". La frase que sigue tiene una clara conexión con lo anterior: "Por eso os he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede". Creer en Jesús e ir a Él se identifican. Las dos decisiones son imposibles para el hombre si no cuenta con la gracia del Padre.
? Quien no cree y no va a Jesús termina alejándose de él. No olvidemos que no son los jefes de los judíos quienes lo abandona. Son sus propios discípulos quienes se echan atrás y no vuelven a ir con el Maestro, aunque Él los ha alimentado con el pan y les ha explicado el sentido y el alcance de su entrega.
LA ALEGRÍA Y LA VIDA
Ante la deserción de "muchos discípulos", Jesús pregunta directamente a los doce apóstoles que Él ha elegido personalmente: "¿También vosotros queréis marcharos?" Esa interpelación tiene una dramática actualidad también en nuestros tiempos. Una vez más, la respuesta de Pedro representa a toda la Iglesia.
? "Señor, ¿a quién vamos a acudir?" Muchos cristianos piensan que por el hecho de creer están haciendo un gran favor a Dios. No se dan cuenta de que en nada ni en nadie podrán hallar refugio y ayuda si no es en el Señor.
? "Tú tienes palabras de vida eterna". Para el cristiano las palabras de Jesús son fuente de vida. Como ha escrito el Papa Francico, "la alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús".
? "Nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo consagrado por Dios". Los cristianos hemos de estar dispuestos a repetir esta confesión de fe en Jesucristo. Ese es nuestro testimonio. La fe sólo se conserva cuando se anuncia y se comparte.
- Señor Jesús, tus palabras alientan y alimentan nuestra vida. Sin ti nuestra existencia sería triste y mortecina. No permitas que nos apartemos de ti. Amén.
José-Román Flecha Andrés

La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.

Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.

La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.

En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.