Se lidiaron cuatro novillos de la ganadería de Ignacio López-Chaves, primero y cuarto buenos, el último con vuelta al ruedo
FICHA DEL FESTEJO Alejandro Mora: oreja y silencio. Antonio Grande: ovación y oreja. Ganadería: se lidiaron cuatro novillos de Ignacio López Chaves, primero y cuarto, buenos, el último con vuelta al ruedo. Plaza: casi llena, unas 1.200 personas. |
Los novilleros de la Escuela de Tauromaquia de Salamanca lograron una oreja cada uno en el festejo sin picadores celebrado este lunes en Villarino con motivo de las fiestas de San Roque. Se lidiaron cuatro erales de la ganadería de Ignacio López-Chaves, bien presentados y primero y cuarto buenos, especialmente el último, que dio la vuelta al ruedo.
Alejandro Mora logró la oreja en su primero, un novillo colorao que, aunque rebrincado y bronco en el capote, lo arregló el tercio de banderillas. El novillero estuvo bien con sendas manos, y de no haber sido por un pinchazo hubiera logrado más que una oreja.
El segundo de su lote salió de toriles con un problema de movilidad en los cuartos traseros, aunque conforme avanzó la lidia lo acusó menos. Tal vez un calambre. En el tercio de banderillas bue volteado uno de los subalternos, una paliza, aunque sin consecuencias. Alejandro Mora lo intentó, especialmente por el pitón izquierdo, pero el novillo no tenía recorrido. Sufrió hasta tres desarmes para finalizar con una serie de pases por alto. Mató tras tres pinchazos. Silencio.
Antonio Grande tuvo la cruz en su primero, segundo de la tarde. Recibió a la verónica y cerró el primer tercio con una media. Tras una colada por el pitón derecho en los primeros pases con la muleta, el novillero le comenzó a dudar, por lo que nunca estuvo a gusto. Cambió de mano, y el izquierdo era el pitón bueno, pero Antonio Grande solo veía peligro, así que en ningún momento quiso torear. Mató de una estocada defectuosa. Ovación.
En su segundo, cuarto y último de la tarde, parecía que las cosas no le iban a cambiar. El novillo había mostrado carácter y parecía que iba a poder al torero, pero al final Antonio Grande sacó raza y toreó, ligó varias tandas con la mano derecha, el torito se arrancaba pronto y repetía, y el torero lo entendió. Cambio de mano y sacó algún muletazo con temple que llegó a los tendidos, prácticamente llenos. Al final, buena faena aunque con dos pinchazos antes de la estocada definitiva, lo que el presidente premió con una oreja.
En definitiva, tarde entretenida de toros y fiesta en Villarino, con los tendidos de sol a rebosar y la sombra menos llena, pero excelente entrada un lunes. Durante el festejo, la Comisión de Peñas invitó al público a chorizo asado con pan, un detalle.
Para mañana, a las 11.00 horas, se espera el segundo y último encierro de las fiestas con cuatro novillos de la misma ganadería, que serán lidiados en la tarde por Juan de Dios Soler e Iván González, también alumnos de la Escuela de Tauromaquia de Salamanca.