"Mis tallas nunca dejan de sorprender y eso es siempre una alegría para cualquier artista"

Maximiano Tapia (Ciudad Rodrigo, 1948) es uno de los artistas que nuestra comarca 'esconde' casi como un tesoro de otros tiempos. Comercial inmobiliario ya jubilado, Maxi dedica sus horas a una afición centenaria, la de talla de la piedra, siendo depositario de un oficio que comienza a ser, en estos tiempos, una 'reliquia' antropológica y tradicional. Parte de la obra de Tapia puede visitarse estos días en la Iglesia Vieja de Sancti-Spíritus.

¿De dónde le viene la afición a la talla?

De herencia. Mis padres se dedicaban a este oficio, han realizado muchas obras en Ciudad Rodrigo y la comarca, rehaciendo y rehabilitando piezas. Yo trabajé con ellos en vacaciones, mientras estudiaba Ingeniería Técnica en Béjar, cuando podía acercarme a aprender el oficio familiar y echar una mano.

¿Expone usted a menudo por la comarca?

Sí, aunque este ha sido un año sabático y estoy 'repitiendo' exposiciones con objetos de pasadas muestras. Esta muestra en la Iglesia 'Vieja' de Sancti-Spíritus, por ejemplo, ya fue expuesta el verano pasado. En todo caso, nunca dejan de sorprender y eso es siempre una alegría para cualquier artista.

¿Cuál es la obra preferida creada por usted?

Aunque a todas les tengo mucho cariño, le guardo un cariño especial a la talla de las Tres Columnas de Ciudad Rodrigo. Supongo que se trata de patriotismo por mi tierra. También el botón charro, por ejemplo, es otra pieza importante para mí. Y también los guiños a otras culturas, como los caracteres chinos o los mayas.

¿En qué obra está trabajando en estos momentos?

Estoy inmerso en un trabajo que aunque parece fácil es uno de los más difíciles para un escultor o tallador. Una talla de una cadena, realizando el trabajo desde una misma piedra para formar los eslabones y que queden encadenados de una sola pieza. Es una obra pequeña pero muy costosa.

¿Están a la venta sus trabajos?

Si alguien está interesado en alguna pieza por supuesto que sí. Poner precio a una obra como esta es muy difícil, conlleva tantas horas de trabajo que al final nunca sabes qué pedir por ellas. Pero si se ofrece un comprador siempre estoy dispuesto a escuchar ofertas.

¿Esta herencia continuará en la siguiente generación?

Sin duda. Mi hijo, Raúl Tapia, está realizando en Barcelona unas obras impresionantes y únicas en el mundo siendo reconocido con algunos galardones como un primer premio en Caldes de Montbui. También tiene en proyecto otras cinco exposiciones para ser inauguradas a partir de septiembre. Así que está claro que, al menos en la generación siguiente, esta tradición familiar continuará. Y elevada a niveles máximos.

ENTRESIERRASrd