VILLORIA | A pesar de que los pequeños en ciertos momentos sueltan alguna lágrima, es uno de los días que más les gusta
Una de las actividades ya tradicionales en la Escuela de Verano de Villoria, es la noche de miedo, los monitores se esforzaron al máximo para conseguirlo. Los niños pasaron una noche terrorífica por las calles del pueblo pasando diferentes pruebas para conseguir descubrir el misterio.
A pesar de que los pequeños en ciertos momentos sueltan alguna lágrima, es uno de los días que mas les gusta a los niños dentro de la programación creada voluntariamente por los monitores.
Mónica González