CIUDAD RODRIGO | Durante las últimas horas del evento también hubo una exhibición de talla en motosierra o un espectáculo de magia
El III Torneo de Caballeros del Alarde-Mercado Medieval de Ciudad Rodrigo llegó a su final a primera hora de la noche del domingo tras desarrollarse unas cuantas actividades a modo de clausura del evento.
La más espectacular de todas ellas fue el III Torneo de Caballeros del Alarde propiamente dicho, que se desarrolló en el foso izquierdo de la Rúa del Sol (según se sale de la bóveda) con la participación como caballeros de Pedro Chavascat y Javier de Chinchón, quienes estuvieron escoltados por varios escuderos a pie (Don Mesquita y el Infante Coutinho acompañaron a Pedro Chavascat; y Don Melf, Francisco Martínez y el Infante Sobral hicieron lo propio con Javier de Chinchón).
El duelo entre los dos caballeros constó de 6 pruebas en total, 3 de ellas a caballo y 3 a pie. En lo que se refiere a las primeras, los caballeros cogieron unas lanzas para intentar enganchar con ellas unas anillas; posteriormente tomaron unas jabalinas para intentar golpear el escudo o el casco situados en un estafermo; y como cierre, intentaron con unas lanzas hacer girar el estafermo.
Mientras, las pruebas a pie consistieron en batallas con espadas entre los escuderos, incluido un duelo entre los jóvenes infantes Coutinho y Sobral, que acabó con 'victoria' de éste último. La victoria final en el Torneo correspondió a Pedro Chavascat por 4 puntos a 2, recibiendo de manos de Doña Rufi de los Santos la espada que le acredita como vencedor del Torneo, que fue narrado por Sergio Cardoso.
Nada más concluir el Torneo, comenzó una exhibición de talla en madera con motosierra a cargo de Lorenzo Garrido. Además de emplear la motosierra, para completar su obra ?un búho- también empleó un soplete y sprays. A la conclusión, se procedió al sorteo de un águila que había hecho en otro momento.
Las últimas actividades del III Torneo de Caballeros del Alarde ?que ha contado con menos puestos comerciales que en años anteriores- fueron un concierto a cargo del grupo de neofolk Olam ein sof, y una actuación de magia-humor a cargo de Fernando El Catódico.