Había un lugar, el más hermoso del universo, solo comparable al Paraíso; niños, jóvenes, papás, abuelos, eran felices. Solamente un joven parecía no tener cabida entre tanta felicidad ?Sueño- es su nombre. Se encuentra incomodo, las tareas diarias le aburren, le cansan.
El adolescente Sueño, siente inquietudes, y no le valen frases -así es, siempre ha sido igual- Sus aventuras, no son compartidas por los compañeros, ni entendidas dentro de la familia; al llegar a clase, sentado en su pupitre, adormecido, viaja entre nubes, ¡Sueña! ¡Sueña que conoce otros mundos!, y es tan fuerte el sueño, que en ocasiones ni oye al profesor decir: "La clase ha terminado".
Sueño llega a casa, sube a su cuarto, se tumba sobre la cama, y rápido?
¡que ciudad tan hermosa! ¡que parques y jardines!, ¡cuántos juegos! ¡anda! el caramelo de algodón que tanto me gusta, ¡que formas tan divertidas tiene!, ¡y el puesto de frutas! jamás he visto una frutería con juegos de frutas y vegetales,¡uh! que aromáticas y jugosas, que frescas... ¡zumos con sabor a nube!
Sueño corre de un lugar a otro, flota, en nada para, todo lo quiere abarcar, es ¡tan grande su felicidad y sorpresas!
De pronto la voz de su abuela dice:
- Sueño baja a merendar.
Sueño, no oye, pasado un rato, se escucha desde el salón:
- Sueño bajas, o si subo a buscarte, quedas sin merienda.
La voz de la abuela, le hizo hecho volver a la realidad. Se había quedado dormido, ¡fui tan feliz! tanta felicidad, me ha quitado las ganas de merendar.
Sueño gozaba de un gran "don" era muy observador, y pronto se dio cuenta, que el no era como sus compañeros, que no pensaba como ellos; la tarde en casa de la abuela, y -aquel sueño-, le había hecho ver un mundo diferente, más hermoso ¿cómo llegar a el?.
Dejó de comer y jugar, pocas cosas le interesaban, aparte de dar vueltas y más vueltas- al sueño- que había conseguido transformar su mundo. Ante esa dejadez, y no queriendo alimentarse, comenzó a estar débil, cada vez más débil, no se levantaba de cama.
Sus padres no sabían que hacer, para que Sueño fuera el de antes, de nada valía las visitas a diferentes médicos, ni siquiera la compañía de su mejor amiga, no escuchaba, ni quería ver a nadie.
Un buen día, llega al pueblo un personaje diferente, raro, tanto en su forma de hablar, como en su indumentaria, su voz es cálida, acogedora, envolvente, en nada se parecía a lo tradicional, la cabeza se tocaba con un sombrero, cuyos adornos eran, flores nunca vistas, y juguetes de otros mundos, el vestido de colores brillantes y luminosos, cantaba alegres y desconocidas canciones, contaba historias que hablaban de mundos mágicos, de ilusiones; el pueblo le seguía sin preguntarse el motivo, el raro personaje llega a la calle donde vive Sueño, salen los padres y le cuentan el sufrimiento que padecen.
El hombre no parece extrañado y pide verle. Entra, va hasta la habitación donde está adormilado Sueño, le mira detenidamente, observa su carita pálida y ausente, comienza a revolver dentro del gran maletín, y dice a los llorosos padres:
- Creo que tengo la medicina que va a curar a su hijo.
- Querido niño, ¡despierta Sueño!, traigo las medicinas que te van a curar; escucha; crecerás más que tus amigos, y serás muy fuerte, la vitaminas mágicas te van a restablecer.
No bien probó la primera dosis, y como si de algo mágico se tratara, comienza Sueño a sentirse mejor, piensa:
- no son difíciles de tomar, una taza de rico caldo de Constancia y Fuerza, un primer plato de nutritiva Voluntad y trabajo y unos postres a base de Paciencia, a media tarde, frescos zumos de Decisión y al terminar el día una pastilla de Confianza.
Así Sueño creció y creció, entonces dejó ese nombre que le había acompañado durante su infancia, y lo cambió por Meta y aunque de vez en cuando, viajaba al país de las nubes, ya no vivía entre nubes, supo que aquellos mundos que había vivido entre sueños ?existen- y son maravillosos, tienen un nombre Satisfacción pasó el tiempo y Meta, ya seguro de sí mismo, se transformó en Otro, también cambió su nombre, y ahora se llama Realidad.
Isaura Díaz FIGUEIREDO
Salamanca 26 de noviembre de 2005
Presentado en la primera clase, de Iniciación para Emprendedores.
Pasados 10 años, la medicina sigue estando de primera actualidad, ojalá encuentre muchos jóvenes sueños
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