Las vacunas constituyen la medida preventiva más efectiva, segura y eficiente que existe. Se han erradicado enfermedades infecciosas de la tierra, caso de la viruela y de algunas otras se habría conseguido si las condiciones socioeconómicas y sanitarias fueran otras en las diversas zonas del mundo. En nuestro país desde que la vacunación se generalizó entre los años 60 y 70 se redujeron las enfermedades infecciosas de manera significativa y su mortalidad dejo de estar entre las primeras causas de muerte sobre todo en los niños por la implantación de los calendarios vacunales infantiles.
Con la generalización de la vacunación, las infecciones del tracto respiratorio superior, cuadros patológicos que constituyen la patología aguda más frecuente a los largo de la vida han disminuido de manera drástica, hasta el punto que hoy un solo caso de una infección inmunoprevenible como la difteria constituye un problema de primer orden y una alerta sanitaria dado que no se esperan casos. Lo ocurrido con el caso de Olot en Cataluña se produce porque muchos padres por ser diferentes, por no seguir las normas, por ser del movimiento antivacunas o por esnobismo; no lo sé. Lo evidente es que su hijo no está vacunado y se ha contagiado del Corynebacterium diphterriae por lo que está en la UCI de un hospital y constituye el primer caso emergente de difteria en España desde 1986. Espero y deseo que salga adelante por él y por sus padres.
Este caso se ha producido por la falta de inmunización vacunal dado que las vacunas son voluntarias y gratuitas. Es decir, deciden los padres; pero éstos deben tener presente que una vacuna es una medida preventiva individual y colectiva que ha demostrado ser efectiva para los individuos y la Sociedad al suprimir la transmisión y reducir a niveles mínimos las enfermedades infecciosas inmunoprevenibles.
Los movimientos antivacunas actuales promovidos no se sabe con qué interés forman parte de los movimientos sociales que ponen en peligro la Salud Pública y la inmunización colectiva, la que nos defiende de las transmisiones y las epidemias.Tambien son un indicador del infantilismo ecológico, ideológico y cerebral en el sobreviven muchos progenitores y familias, que deberían utilizar más la cabeza para saber, entre otras cuestiones, que las normas y los recursos que nos hemos dado a los largo de los siglos, no son un capricho, sino una necesidad para conseguir reducir la mortalidad y mejorar la expectativa de vida al controlat y reducir las enfermedades. Es decir, nuestro bienestar actual no es fruto del azar sino del esfuerzo coherente y sensato de muchas generaciones y, en consecuencia, hay que preservar por encima de idioteces y gilipotonteces como el ecologismo insensato, el independentismo, el nacionalismo y demás actitudes y movimientos que van en contra de lo razonable y del desarrollo sostenible y social. La libertad de los padres es un Derecho Universal; pero que hay que saber administrarlo, si es necesario judicialmente, para hacerlo compatible con el compromiso y la responsabilidad ante sus hijos y ante la Sociedad. De este modo seguiremos avanzando en niveles de calidad, efectividad y Bienestar.
Afortunadamente, la Salud Pública ha funcionado con efectividad gracias a los buenos y cualificados profesionales que velan por la Salud Comunitaria, que cada vez es más importante porque como pudo observarse en un campo de futbol el último sábado la transmisión mediática funciona. Muchos de ellos acudieron, en primer lugar, para pitar a unos símbolos que nos representan a todos como Sociedad civilizada y,en segundo lugar, para aplaudir a un conjunto de jóvenes infanto-juveniles que utilizan básicamente los pies. Estos si que tienen motivos sobrados para reirse de toda una Sociedad porque ganan cantidades desorbitadas para lo que aportan al bien común. Ganan más en un año que lo que ganarán los que les aplauden y les siguen en toda su vida y, más que los presupuestos que puede dedicar la OMS para financiar las campañas de vacunación en zonas deprimidas. Lo que significa, sin ninguna duda, que existen motivos para seguir trabajando por la Vida Sostenible y Saludable y no dejar que la idiotez, el nacionalismo, el independentismo y otros movimientos se propaguen como enfermedad infectocontagiosa. ¡Habrá que desarrollar una vacuna educacional que inmunice la corteza cerebral!.
En resumen, que se puede y se debe vacunar a los niños y a los adultos para estar inmunizados frente a las enfermedades infecciosas y, sobre todo, para fomentar mejorar la Inmunización individual y colectiva que necesitamos para seguir disfrutando de la Vida en Sociedad.
JAMCA
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