El protagonista de esta historia lleva desde los doce años jugando en el Helmántico y defendiendo los colores blanquinegros
El compromiso de los integrantes del Salmantino es indudable y el pasado sábado se vivió un nuevo capítulo que así lo atestigua: Salir de trabajar, recorrer más de 300 kilómetros con tu propio coche y saltar al 100% al terreno de juego.
El protagonista de esta historia lleva desde los doce años jugando en las instalaciones del Estadio Helmántico y defendiendo los colores blanquinegros, primero con la UDS y después con el CF Salmantino. Él es Juan de la Nava.
El propio jugador explica por qué tomó la decisión de desplazarse a Miranda de Ebro a pesar de que el equipo no se jugaba más que los tres puntos: "Estábamos en cuadro, porque del primer equipo estaban 13 más dos juveniles. Yo desde el principio me comprometí con el equipo a compaginar trabajo y fútbol lo mejor posible. El sábado salí a la una y media y el partido era a las cinco, así que sabía que llegaba justo y que no jugaría de titular".
Sin embargo, el defensa salmantino no lo dudó, cogió su coche y recorrió los más de 300 kilómetros (más de 600 entre ida y vuelta) para llegar a Miranda de Ebro cuando el equipo ya había saltado a calentar. La lesión de Saúl en el minuto 14 hizo que Juan de la Nava tuviera que sustituir al lateral.
El compromiso del defensa blanquinegro se demuestra también en el día a día: "Salgo a las ocho de la tarde del trabajo y después voy a entrenar con los juveniles para completar las mismas sesiones que con el primer equipo" y reconoce que "se me hace pesado, porque prácticamente sólo veo a mis compañeros los fines de semana y, quieras que no, también son mis amigos".
El ejemplo de Juan de la Nava es aplicable a cualquier jugador de la primera plantilla del Salmantino, puesto que, sin ser jugadores de élite, entrenan las mismas sesiones que un equipo profesional y han demostrado un esfuerzo y un compromiso dignos de alabar.