El poeta y profesor de la Usal, Alfredo Pérez Alencart, ha preparado la obra 'Como abrazo exacto', de descarga libre para nuestros lectores
Como una muestra de otras dos facetas del poeta Alfredo Pérez Alencart, cuya obra se reconoce internacionalmente, acaba de publicarse una antología del chileno Luis Cruz-Villalobos (Santiago de Chile, 1976), la cual, bajo el título de "Cómo abrazo exacto" (Ediciones Hebel, Santiago de Chile, 2015, pp. 72), ha sido seleccionada y prologada por el columnista de SALAMANCArtv AL DÍA.
En su prólogo, Alencart, asume también la elección del título de la obra, espigado de un versos del propio autor Cruz-Villalobos, reconoce: "Aquí he acopiado cuarenta y cinco textos, número suficiente para que cualquier lector atento se entrañe en lo telúrico y en lo numinoso de su poesía; en lo amoroso y en lo tanático que acompaña al hombre desde sus principios: Toda la obra poética de Cruz Villalobos está preñada del genuino mensaje cristiano, es verdad, pero sin dogmas ni contubernios farisaicos: Lo suyo rema en la transparencia de la ternura, del apego a la bondad, de las plantas y aves del reino, del clamor ante la miseria, del cielo y la tierra del victorioso Dios? pero siempre buscando el calibre del lenguaje, bien sea cuando se encuentra pergeñando sus textos en el campo de Poñén o en la urbe de Santiago? Él ya vuela en el vaivén de una Cruz, sereno y seguro de su opción, diciendo ahora mismo: "?perder/ todo/ y seguir/ así/ vacío/ lleno/ del silencio/ y del espacio/ infinito/ que palpita/ de amor".
El poeta Luis Cruz-Villalobos, autor de una veintena de poemarios, también es psicólogo clínico, artista y pastor evangélico, actualmente secretario regional para el Cono Sur de la Fraternidad Teológica Latinoamericana.
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TRES POEMAS DE LA ANTOLOGÍA
COMO UN ZORZAL
Transpiro todo el cielo
Y la noche
Lluevo de atropellos
Y de duelo
Goteras caen
Desde mi azotea
Y mojan mi pan
Soy tenue herido
Y resucitado
Y a veces canto
Sobre los tejados
Como un zorzal.
BEATUS ILLE
Dicha clara la del abrazo silvestre
Dicha pura la del lejano canto
Que no sabe del bullicio de la urbe
Ni del cortesano y vacío abrazo
Dicha que se abre gratuita y liviana
Dicha que nos besa si sabemos hallarla.
STULTITIA MEUM
Aquí arrinconado por la misericordia celeste
Me reconozco inepto de paso y trote y salto
Me descubro fragor quebrado y llaga abierta
Del cielo cae la gracia lúcida y amable
Que me rescata de mi abismo y mi cal
Aquella que me salva de ser un derrumbe
Recorro la lábil memoria de mis desvíos
Y sólo veo en el trino la mano que me salva
El canto que me seduce para volver a casa.