Se trata de un cuadro de más de dos metros y medio de altura, ubicado en el acceso al complejo de las sacristías del templo nuevo
El Cabildo Catedral de Salamanca ha restaurado un lienzo del siglo XVII de más de dos metros y medio de altura, probablemente de mano de un pintor local que aún permanece en el anonimato, ubicado en el acceso al complejo de las sacristías del templo nuevo y que representa a Santa Teresa.
Análisis de la obra por Mariano Casas Hernández, director Adjunto del Museo de la Catedral de Salamanca:
La intervención ha venido determinada por el asunto iconográfico que representa: la aparición milagrosa de dos ángeles en un momento en el que Santa Teresa y su compañera se han perdido camino de Salamanca. La escena ocurre de noche, en el Monte de los Perales, antes de Calvarrasa y cerca de la dehesa denominada La Maza. En este lugar se señala el auxilio divino en forma de ángeles mancebos que las guiaron hasta el camino correcto hacia la ciudad del Tormes. Es tradición la fuente que alivió su sed y que todavía se conserva "in situ", señalada por un discreto monumento mandado construir en 1877 por la piedad del obispo Narciso Martínez Izquierdo.
El lienzo de la catedral representa el auxilio divino en el viaje de la Santa conforme al correspondiente grabado de Adrien Collaert, aunque con ciertas licencias, perteneciente a la serie de "La Vida de Teresa de Ávila" (Amberes 1613), tratándose concretamente del número veinte. Bajo el dibujo del grabado original se encuentra la inscripción que aclara y explica lo que en él se muestra.
La Santa es acompañada en la acción por la Madre María del Santísimo Sacramento, la religiosa que padeció tanto miedo la noche de ánimas en la primera fundación en Salamanca.
El lienzo incide en la tradición que sitúa el acontecimiento camino del municipio universitario al reproducir la vista de su "skyline" en el horizonte, pudiéndose distinguir perfectamente el puente sobre el rio y las masas de la catedral, torres y colegios de las construcciones de la Peña Celestina y del Arrabal y el bulto monumental del Cerro de San Vicente.
La intervención llevada a cabo por las profesionales Carmen Diego Espinel y Carmen Fernández Bermejo ha consistido, a grandes rasgos, en una limpieza del plano pictórico, la retirada de los detritus provocados por los excrementos de murciélago, la reintegración cromática de las lagunas en las que se había perdido el pigmento original, el cambio de bastidor y la protección de la superficie mediante la aplicación de una capa preventiva. El resultado de semejantes operaciones ha permitido recuperar la profundidad y saturación de los colores originales y la salida a superficie de tonos ocultos bajo la suciedad, entre otras cuestiones.
Esta restauración muestra, una vez más, el compromiso de conservación y recuperación, para disfrute de toda la comunidad, que el Cabildo tiene para con el patrimonio que le ha sido confiado y señala la dirección en la que viene trabajando en la medida de sus posibilidades.
El lienzo podrá visitarse próximamente y observarse con el debido detalle en la misma Catedral en el contexto de una exposición temporal cuya inauguración tendrá lugar durante el mes de mayo.