Éxito de las salmantinas que lucharán al final de la fase regular por un puesto en la Liga Femenina 2
Entre la gesta del Tormes para intentar el ascenso, el fin de temporada que nos mantiene en ascuas de Avenida y las últimas clasificaciones de Raquel Romo y el cadete femenino de Jorge Valiente en C.B. Santa Marta, además de otros muchos grandes equipos que han hecho grandes temporadas, en el baloncesto femenino se ha colado un equipo, que, si bien ha trabajado con esmero desde su pretemporada hasta hoy, ha pasado bastante desapercibido este año, tras la negativa del Ascenso a LF2 el año pasado.
Pues bien, cuando todo el mundo pensaba que no habría relevo, que el equipo de Primera Femenina iba a descender y las opciones de mantenerlo eran escasas, apareció un nuevo conjunto en la USAL que ha roto todas las previsiones realizadas con anterioridad a este momento, y es que, en su primer año, con un 100% de jugadoras nuevas y un 90% de jugadoras de primer y segundo año, con todas las dificultades que eso conlleva, adaptándose a una nueva liga, con nuevas jugadoras y nuevo equipo, las de Víctor M. Rico han decidido dar un golpe en la mesa y reivindicar que ellas también están aquí, que juegan muy bien y que no van a parar hasta conseguir sus objetivos más ambiciosos.
Confirmaron su clasificación este mismo sábado 18 al término del partido jugado en Gijón, en el Perchera La Braña, con un resultado de 46-59 y con parciales de (20-19) (9-19) (5-11) y (12-10). Partido muy duro fuera de casa, donde el equipo salmantino tiende a sufrir más y baja su nivel de anotación, pero que en ningún momento se amilanó y compitió en cada segundo del partido con 8 jugadoras a un nivel físico y de intensidad muy alto.
Las chicas de la Universidad tenían claro que había que cumplir este trámite para poder clasificarse matemáticamente y optar a una disputadísima Final Four, pero a falta de dos jornadas no pecan de conformismo y quieren ganar los dos partidos que quedan para finalizar la Liga Regular y mantener la segunda plaza a toda costa para conseguir ser subcampeonas de Primera División y traerse la Final a Salamanca, y así, optar a jugar la Fase de Ascenso, un premio bien merecido.
Se tiene sabido de antemano que las opciones de ascenso son reducidas pero el objetivo primordial es dar a estas jugadoras el lugar que merecen y sentar precedente en los próximos años, haciendo eco, de que aquí hay un nuevo equipo, con una nueva identidad y que tiene calidad y baloncesto suficiente para copar los próximos años de esta Liga con éxito.