Castilla y León, principal Comunidad productora de una oleaginosa cuyo destino es la producción de biodiésel
Con paso lento, pero firme, el amarillo va ganando terreno en el campo salmantino. Así avanza el cultivo de la colza en la provincia de Salamanca que esta campaña, según las estimaciones provisionales del Ministerio de Agricultura, cuenta con 4.400 hectáreas, 500 más que la anterior. Una tendencia de crecimiento similar al resto de provincias de la Comunidad, donde se registra un aumento generalizado, hasta alcanzar las 18.050 hectáreas, 2.300 más que en 2014, representando más del 38,5% de la superficie nacional, que se incrementa hasta las 44.651 hectáreas.
Castilla y León se convierte en la Comunidad con más superficie dedicada a un cultivo cuyo destino principal es la producción de biodiésel, seguida de Cataluña, con 9.210 hectáreas. Por provincias, con Zamora a la cabeza con 5.400, Salamanca se mantiene en segundo lugar con 4.400, Valladolid con 3.400, Ávila con 1.230, Burgos con 1.200 y Segovia con mil hectáreas, situándose por debajo del millar el resto.
La mejora que supone su introducción en la rotación de los cultivos, sumado al potencial productivo son dos de las ventajas que han incidido en el incremento progresivo de esta oleaginosa, aunque tampoco se ha producido el despegue inicialmente previsto para este cultivo.
Más trigo blando, menos cebada
Junto a la colza, con 500 hectáreas más, el trigo blando cuenta con un incremento de 1.400 hectáreas y en menor medida, también sube la superficie sembrada de avena y centeno. A destacar, el descenso de la cebada, con 3.812 hectáreas menos que la campaña pasada (38.000 frente a 41.812).