Se alza el telón

Vamos a asistir con buena dosis de ilusión, esperanza y con el mayor interes a lo que resulte de esta temporada. Y como no, a todo aquello que de desarrolle en estas primeras ferias. Una temporada que según se vislumbra parece ser de tanteo en las primeras corridas y carteles, por las "Gestas" las ausencias de unos o la inclusión de otros. Son patentes las dudas y las indecisiones en toreros, ganaderos y empresarios ¿qué ocurre? ¿Reajustes económicos? ¿Falta de un mando absoluto que encarrile la temporada? ¿Que los empresarios aún dudan de sus poderes, o del gusto de los públicos? ¿La epidemia de antitaurinos absolutistas? ¿Enfermedades de la cabaña brava? ¿Masivos cambios de apoderamiento, algunos enconados? y algún etcétera más. Pues a pesar de estas incertidumbres, el caso es, que incluso, ya se anuncian y se cierran carteles en las ferias de junio, julio, y agosto. Todo va muy rápido, con mucha prisa, lo cual demuestra que el planeta taurino no lo ve claro, y los propios protagonistas de la fiesta, andan un tanto desconcertados, con idas y venidas, reservas diplomáticas y rectificaciones, porque la desconfianza a cuanto pueda dar de si esta temporada, se advierte claramente, que no es poca. Y sinceramente creo que esto no beneficia al conjunto de la fiesta. Esto, lo más que puede traer; - y ojalá me equivoque -, es desconfianza, y, de la misma lo único que puede nacer es un abstencionismo perjudicial. Porque lo que esta claro que, una de las cosas que necesita este espectáculo, amen de una reestructuración, es claridad, trasparencia, verdad, si se quiere recobrar los cauces lógicos, y que, como siempre ocurrió, sea el toro quien ponga a todos en su lugar. Así sin trampa ni cartón.

No obstante, tampoco podemos los aficionados, sentirnos satisfechos de nuestra colaboración, no han sido pocas las plazas donde las medias y los cuartos de entrada, han dejado al descubierto mucha más madera y cemento del que se desearía, y tampoco en muchas de ellas el nivel de exigencia de rigor y seriedad, sobre todo en cuanto a presentación del ganado, y en cuanto a las faenas a premiar; eso queramos o no tampoco ayuda, esta fiesta se tiene que defender sola, con el fuste, la verdad, la exigencia y la prestancia, no pueden salir torillos remendados, enfermizos y de pitones más que sospechosos, con ello no se recobra el prestigio, y sin embargo sus detractores aumentan la ver y oír tanto despropósito. Vemos al mismo tiempo la dejadez de la administración, por mucha mesa de encopetados "defensores", que aun con estos implicados, está costando Dios y ayuda para lograr el sentirnos presentes, y que nuestra voz pudiera oírse con el fin de que el máximo organismo el T.S. dicte una sentencia, que está demorándose en exceso, ante la falta de compromiso e interés que demuestran por este arte, y, por lo que se vislumbra, no será para recuperar aquella plaza de temporada, que tuvo una enorme trascendencia taurina, una cultura y una historia, Es lamentable que dicha plaza ahora, haya tenido que ser la abanderada, para que los movimientos taurinos, animalistas, politiquillos, y otros especimenes singulares de este País, llamado España pongan en solfa a este espectáculo cargado de las mas nobles esencias, entre la vida y la muerte, y con ello desparramen su"veneno" y vayan intoxicando con su desconocimiento a las nuevas generaciones. Nuestra defensa no esta en "tantas" hojas de los periódicos, revistas, e Internet ? necesitamos-, nuestro grito, el del aficionado de verdad y cabal, el que quiere y ama esta fiesta; esta en las plazas de toros, antes de que llegue el pronunciamiento, y sentencia de sus Señorías? Hemos de acudir a nuestras plazas, llenarlas y desplegar nuestro grito y nuestra bandera- ¡Estamos Aquí!, ¡queremos a esta fiesta! ¡Amo al toro! ¡Y somos libres!- Esa es la plataforma de la fiesta-, sin complejo alguno, ellos no los tienen para manifestarse en contra, hagámoslo nosotros a favor, llenemos las plazas con ese único grito- o pasamos esta demostración clara y rotunda del Olé, o habremos perdido, y seguiremos perdiendo. Y si no; al tiempo.