Párroco en Vitigudino-Ledesma, La Ribera, la Sierra de Francia, el Seminario diocesano, el Convictorio, Frater, Fe y Luz, María Mediadora, la Delegación para el Clero y Residencia Usera
La historia de mi vocación es muy sencilla y no encierra ningún tipo de emociones ni es un modelo especial para otros. Nací hace ya 78 años en el seno de una familia numerosa en un pueblo insignificante que solo aparece en los buenos mapas: Pedernal. La Providencia de Dios me envolvió desde el principio en un ambiente familiar en el que rezar el rosario en familia, asistir a misa los domingos, celebrar los sacramentos de la iniciación cristiana? era tan normal, como asistir a la escuela, cuidar de los hermanos más pequeños, y atender a las faenas del campo.
El ingreso en el Seminario Menor formó parte de un guión familiar precedido por otros dos hermanos. Lo acogí con total normalidad. Supuso, sin embargo, un cambio de vida que me costó aceptar pero que pronto formó parte de mi nueva vida. Pasaron los primeros años y poco a poco la adolescencia iba entrando en mi vida y se iban agolpando los interrogantes propios de esa etapa. Cada curso algunos dejaban el Seminario porque decían que no tenían vocación. "¿Tendré yo vocación?" La barca seguía navegando con paz y sosiego pero cada vez más adentro y había olas que la zarandeaban y hacían brotar interrogantes en el corazón. "¿Será el sacerdocio el mejor camino o habrá otros que aporten más felicidad y más alegría? ¿Será de verdad mi vocación?". Oración, comunión, transparencia con el Director espiritual y fidelidad a las pautas señaladas. Yo entendí que Dios quería que subiera a la barca en la que Jesús invitó a subir a los Apóstoles para hacerlos pescadores de hombres. Con temor y temblor respondía aquel lejano 12 de Febrero de 1961: "Señor, ¿qué mandáis hacer de mi? Aquí estoy".
Como todos los compañeros al acabar el último curso de Teología, esperaba el sobre azul en el que me encomendaba el Obispo la tarea que debía desempeñar. Y llegó antes de lo esperado porque un accidente de tráfico que sufrió un joven sacerdote Ignacio Benito Samprimo, fue el motivo para que yo le sustituyera provisionalmente. Fue el primer nombramiento provisional que luego se hizo definitivo durante cinco años. Al día de hoy me siento privilegiado porque me ha tocado un lote hermoso; he disfrutado intensamente de mi heredad pastoral: predicando con alegría el Evangelio, celebrando los sacramentos, acompañando en el camino a hombres y mujeres, a jóvenes y a niños a enfermos y a sanos en las diversas zonas pastorales: Vitigudino-Ledesma, La Ribera, la Sierra de Francia, el Seminario diocesano, el Convictorio, Frater, Fe y Luz, María Mediadora, la Delegación para el Clero y Residencia Usera. ¡Una gozada!
Estoy profundamente agradecido a los obispos que me han encomendado tan diversos ministerios: El P. Barbado, D. Mauro, D. Braulio y D. Carlos... me he sentido acompañado entrañablemente por ellos y hermanos sacerdotes viviendo en fraternidad y con cercano afecto en los arciprestazgos respectivos. He sentido la cercanía de unos y otros, su ayuda y comprensión en mis errores disculpándome, perdonándome, corrigiéndome y olvidando lo desagradable. He saboreado la amistad, la cercanía, el respeto y he participado en las alegrías y en las penas de mis hermanos priorizando en todo momento a los más pobres, a los enfermos y a los niños.
Al atardecer de mi vida, desde el apacible hogar de las Hermanitas de los Pobres, me sigue enamorando el ejercicio del ministerio presbiteral. En entrañable comunión con la Iglesia de Salamanca rezo para que la Asamblea Diocesana logre hacer realidad los objetivos sabiamente planteados. Espero con paz jubilar la gloriosa venida de Nuestro Señor Jesucristo para ser juzgado del amor recibido y del amor regalado. Si a algún joven le caen en sus manos estos apuntes, le invito a no tener miedo a la suave llamada del Señor que desde la barca le pide subir para hacerlo participe de su labor. "No tengas miedo, abre la puerta y se llenará tu corazón de una inmensa alegría".
Fuente: Diócesis de Salamanca