Aquí el vívido homenaje que deseo hacer, sin necesidad de celebrar nada, salvo la poesía de la admirada Astrid Cabral (Manaos, Amazonas, 1936).
No se trata de decir que es una gran poeta; que lo es. Se trata de confirmar que sus poemas conmueven porque no andan escasos de latidos: todo lo suyo es una obra que, con humildad, canta victoria.
En sus versos hay Poesía y hay Vida vivida (gozada, sufrida: ganancias y pérdidas?). Ante sus textos quedamos maduros para el vuelo, pero también para dejarnos imantar por una realidad otra de paisajes y pasajes de un espíritu cuya carne enseña que el futuro va pasando.
Y el mejor homenaje no es ir anotando disquisiciones o conjeturas sobre sus versos, sino traducirlos al castellano que ella mucho aprecia. Hace años, en 2009 y con motivo de su presencia en Salamanca para participar en el XIII Encuentro de Poetas Iberoamericanos, traduje un buen manojo de poemas para que por estas tierras fueran conociendo sus magníficas ofrendas.
Ayer recibí una hermosa carta suya, y esta es mi respuesta: cinco poemas traducidos al idioma de Fray Luis y de Unamuno. Y un abrazo siempre fraterno, que vuela hasta Río de Janeiro y, también, hasta el Manaos de su infancia.
Son inéditos, traducidos por vez primera para los lectores de SALAMANCArtv AL DÍA.
RITUAL
Todas las tardes
riego las plantas de casa.
Pido perdón a los árboles
por el papel en que planto
palabras de piedra
regadas de llanto.
CÍRCULO
Rodajas del ayer y del mañana:
la eternidad me contiene.
Adivino esta vida, sólo
breve instante de gloria
dentro de otra mayor y oscura,
pues desde el barro prehistórico
estuve presente, de alguna forma,
en la promesa de carne de los abuelos
milenarios y también habito,
tácita, la materia de los hijos.
Humilde fragmento del mundo,
soy perenne dentro del círculo.
RÉQUIEM
Pesado es el corazón
del escombro de tus sueños
y de los muertos que en tus hombros
reposan inmortales.
El amor de ayer
es ceniza hecha plomo.
Cicatrices y arrugas
labran tu carne
de templadas aflicciones
y la sequía de las venas
se irriga
de antiguas lágrimas subterráneas.
AMBIGUA VICTORIA
Hubo tiempos cuando
soñaba con la manzana de la paz
en los jardines del paraíso.
Hoy, modesta y sabia,
le basta la gracia de la tregua,
esa extraña fruta.
Y mientras adiestra la frente
para las corneadas y afila las armas,
goza la alegría de estar viva
y el sabor un tanto amargo
de esa ambigua victoria.
GEOGRAFÍA PROVINCIANA
Manaos, un punto perdido
en el mapa. Allí, desgarrada
entre paredes de verde.
Pero iban y venían barcos
trayendo partes del mundo.
Europa y la Península Ibérica
surgían de las propias piedras
de las esquinas y avenidas:
Italia en la taberna
del señor Vincenzo Arenaro.
También en el libro de Dante
que el zapatero traducía
rodeado de niños
mostrándoles cielos e infiernos
y toda la celeste geografía.
El señor Genaro, ya canoso,
fundaba el reino de España
detrás de barriles de vino,
tinas, tiras de tocino,
vinagres, aceites, dulces,
ristras de ajo y cebolla.
El señor Carvalho, portugués,
vendía pasteles y panes de maíz
a la voluntad del cliente,
más raspadilla y refrescos
de guaraná y grosella.
Siria, China y Argentina
venían en la ancha maleta
del turco, más sus bigotes:
damascos, crepés, Chambleys.
Francia era allí en la Madame
Marie y en el Aux Cent Mille Paletots
la moda do dernier cri.
Y pasaban mujeres de Barbados
bajo grandes sombreros de paja
al sol de los días en ascuas.
¡Y un fugitivo de las Guayanas
Contaba de la Isla del Diablo!
El mundo estaba en Manaos.
Manaos estaba en el mundo.
Astrid Cabral es poeta y traductora. Licenciada en Letras por la Universidad Federal de Río de Janeiro. Fue profesora de Lengua y Literatura en la Universidad de Brasília y funcionária del Servicio Exterior brasileño en Oriente Medio y Estados Unidos de América. Ha ofrecido lecturas y conferencias en universidades y centros culturales de Estados Unidos y Francia, figura en más de cuarenta antologías y tiene varios premios de primer orden, entre ellos el Premio de Poesía de la Academia Brasileña de Letras. Esta es parte de su obra poética, comprendiendo libros y recopilaciones: Alameda (1963); Ponto de cruz (1979); Torna-viagem (1981); Lição de Alice (1986); Visgo da terra (1986); Rês desgarrada (1994); De déu em déu (1998); Intramuros (1998); Rasos d'água (2003); Jaula (2006); Ante-sala (2007); Cage (2008); Doigts dans l'eau (2008); 50 poemas escolhidos pelo autor (2008), Antologia pessoal (2008) o 50 poemas escolhidos pelo autor (2009), entre otros.
Alfredo Pérez Alencart
La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.
Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.
La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.
En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.