Satisfacción entre los artesanos de la Feria de Cerámica y Alfarería por el nivel de ventas

Al mismo tiempo que llegaba a su final el último de los desfiles procesionales de la Semana Santa Mirobrigense 2015, en la Plazuela del Buen Alcalde comenzaba el proceso de desmontaje de la Feria de Cerámica y Alfarería que ha estado allí instalada desde la jornada del Jueves Santo (los primeros en recoger fueron algunos de los artesanos que tienen que hacer un viaje de vuelta más largo a sus lugares de origen).

En esos instantes finales de la Feria, Ciudad Rodrigo Al Día tuvo la oportunidad de hablar con algunos de los 20 artesanos presentes en la Plazuela, entre los que ha habido un muy buen ambiente (por ejemplo, en la mañana del domingo comieron por grupos en la propia Plazuela).

La opinión compartida por todos ellos es que ha sido una buena Feria, donde ha habido un buen nivel de ventas gracias a la masiva afluencia de público ("el año pasado estuvo más flojo"), favorecida por la excelente meteorología que ha hecho estos días en Ciudad Rodrigo ("hace mucho" que no había una Feria así porque "es raro que en una Semana Santa no haga malo").

Incluso algún artesano, como Florentino Iglesias, de Lugones (Asturias), hablaba de que la Feria había ido "muy bien" en ventas, expresando que habían tenido "suerte en venir", mostrándose con "ganas de repetir".

De los 20 artesanos presentes en la Plazuela, 6 de ellos repetían de la Feria del año pasado. Uno de ellos es la Alfarería Hernández, de Cespedosa de Tormes, toda una institución dentro de la Feria de Cerámica y Alfarería de Ciudad Rodrigo.

Esta Alfarería estuvo presente en la primera edición de la Feria, y apenas se ha perdido 3-4 ediciones (concretamente, cuando la Feria pasó de estar situada en la Plaza Mayor a la Plazuela del Buen Alcalde). Precisamente, el hecho de estar en un espacio un poco recogido cree que hace que la Feria tenga menos público, o lo que es lo mismo, que la masiva afluencia de personas que ha pasado estos días por las calles mirobrigenses no haga parada directa en la Plazuela.

Según explica esta persona, el nivel de ventas bajó hace unos años de forma considerable, aunque parece que en las últimas ediciones "ya se ha estabilizado". En cierto tono de broma apunta que "cuesta hacer tanto los cacharros como venderlos".