José Ramón Cid evoca las tradiciones de Semana Santa de la Diócesis

El folclorista e investigador mirobrigense José Ramón Cid Cebrián dio el pistoletazo de salida en la tarde-noche del sábado a la Semana Santa Mirobrigense 2015 con el habitual pregón en el Teatro Nuevo Fernando Arrabal.

En correspondencia a la presidencia de la Junta Mayor que ostenta este año la Cofradía de la Oración del Huerto, el escenario del Teatro estuvo presidido por la clásica imagen de Jesús rezando en el Huerto de los Olivos, así como por la imagen que estrenará la Cofradía este año, correspondiente al prendimiento de Jesucristo.

Según desveló José Ramón Cid Cebrián durante su pregón, se trata de una imagen de principios del siglo XVIII, "posiblemente de la Escuela Murciana", que ha sido donada por la familia Charro Lis de la Dehesa Llen.

Como curiosidad, la imagen tiene los brazos articulados para adoptar diferentes posiciones, ya que en el momento de realizarse se empleaba una misma talla para representar diversos momentos de Jesucristo en la Semana Santa (camino del Prendimiento, Flagelado, con la cruz a cuestas, o Resucitado). José Ramón Cid también explicó que la imagen estará durante el año en la Parroquia de Conejera, cerca de las Huertas de las Viñas.

La velada en el Teatro fue abierta por el presidente de la Cofradía de la Oración del Huerto, Michel Hernández, quién expresó que las cofradías y hermandades de la Semana Santa Mirobrigense quieren "ayudar a vivir con verdadero sentir la Semana Santa". Michel Hernández desgranó en profundidad el currículum de José Ramón Cid, recordando que fue vocal de la Cofradía de la Oración del Huerto y mayordomo en el año 2000.

José Ramón Cid también inició su intervención con un recuerdo, a los pregoneros que le habían precedido, ya que en este 2015 se cumple un cuarto de siglo desde la instauración del pregón de la Semana Santa Mirobrigense.

A continuación, José Ramón Cid ofreció unas breves pinceladas sobre la historia de cada Cofradía de la Semana Santa Mirobrigense, y de su especial vinculación con las fechas de Semana Santa: su madre murió un Viernes Santo mientras que un Domingo de Resurrección se puso de parto su mujer.

La parte principal de su pregón estuvo basada "en lo que admiro, la sabiduría popular tradicional", mencionando diversos aspectos de la Pasión y la Pascua en la Diócesis Civitatense, empezando por la tradición del reparto del laurel el Domingo de Ramos. Esta profundización en la tradición la hizo principalmente a través de varias canciones, "el lirismo del pueblo", empezando por el Arado Cantaré, que cantó íntegramente.

Respecto a esta pieza, recordó que en la zona de El Rebollar, en el período en que estaban suspendidos los bailes de domingo (durante la Cuaresma), los mozos y mozas se juntaban en grupos para interpretar la citada pieza.

A continuación fue turno para que el público asistente al Teatro disfrutara con una pasión que se canta durante la Hora Santa del Jueves Santo en Peñaparda. Y posteriormente José Ramón Cid evocó un canto de Resurrección de Villasbuenas de la Ribera en la que se menciona el hornazo, pieza ineludible a la hora de celebrar la Pascua en la provincia de Salamanca.

El último tramo de su intervención estuvo dedicado a hablar sobre los Aleluyas, unas sencillas publicaciones a modo de cómic que eran el mejor método para que antiguamente la población tuviera conocimiento de diversos hechos. Relacionado con la Semana Santa, José Ramón Cid explicó durante esos días se repartían Aleluyas en numerosos pueblos de la comarca.

Por iniciativa propia, José Ramón Cid Cebrián regaló a todos los asistentes al pregón un Aleluya en el que se representa una procesión de Semana Santa (junto al Aleluya, también se pudo recoger a la salida el programa de la Semana Santa Mirobrigense 2015).

El acto del pregón lo cerró el Obispo de la Diócesis, Raúl Berzosa, quién evocó las palabra del Papa Francisco en su Evengelii Gaudium. Posteriormente, de cosecha propia, hizo tres peticiones a las hermandades y cofradías de la Semana Santa Mirobrigense: que nunca pierdan la identidad del sentido genuino cristiano; que nunca rompan la comunión entre ellas y la Iglesia; y que sirvan para ser mejores y más auténticos.

Con esos preceptos, será el "comienzo de una nueva primavera de la sociedad y de la Semana Santa". El Obispo deseó por último a todos los presentes una "santa y fecunda Semana Santa".