El profesor explica que "con la deuda que tiene España y la situación del desempleo la crisis aún está por acabar" (GALERÍA DE FOTOS)
El Hotel Tryp Montalvo ha acogido este martes una nueva edición del Foro Económico organizado por El Norte de Castilla. En esta ocasión el debate estuvo presidido por Leopoldo Abadía que habló de 'La hora de los sensatos'. El profesor de Harvard Business School, y profesor del IESE y autor de los libros "La crisis ninja" y "Cómo hacerse mayor sin volverse un gruñón", conversó con los asistentes de todo el proceso económico que vive España y quiso dejar claro quienes son las personas sensatas en esta situación.
"Sensatos son gente normal, el que nadie dice tonterías y que las soluciones que te dan son normales y no estupideces. La gente que pregunta cosas normales son la gente sensata. El sensato tiene el peligro de desmoralizarse. El sentido común le dice algo que no está bien y creo que son los que piensan de forma normal", dijo.
"Cuando Rajoy dice que las cosas van bien, sale la gente sensata y dice, muy bien todo va bien, pero uno analiza las cosas y piensa que no. Por poner un ejemplo, en España hay tres aspectos importantes, el primero es el déficit. En 2011 gastábamos 91 millones de euros más que lo que ingresábamos y esto lo hemos reducido con las reformas y todo lo que ha pasado y ahora estamos en 55 y hay que llegar a 30, pues uno ve que aún faltan dos años aún un poco malos", analizó el profesor.
"El segundo aspecto es que tenemos una deuda de un billón de euros, es decir un millón de millones de euros por la que pagamos 40.000 millones de intereses pues ya se ve que lo ideal sería no endeudarse más. Y el tercer aspecto es que hay 5,4 millones de personas sin empleo según la EPA. Que estamos mejor, sí, pero no del todo. Con lo cual cuando me dicen que qué pienso es que estamos mejor, pero todavía falta camino", afirmó Leopoldo Abadía.
Y sobre su libro 'Cómo hacerse mayor sin volverse un gruñón' apuntó que "fue un encargo que escribí y creo que lo mejor de una persona es el que no se amarga la vida y se la endulza a los demás. El gruñón es al revés y ha que evitarlo en la familia, en la empresa en los ámbitos de la vida. De todas formas todos tenemos tendencias de ser gruñones los viejos y los jóvenes y el consejo es que cuando estés muy disgustado, mejor callarse", finalizó.