Si queremos que nos valoren , debemos de aprender a valorar..
Me gusta muy poco o nada, utilizar estas líneas semanales para puntualizar sobre lo que yo considero temas personales, pero el que nos ocupa hoy se ha generalizado tanto en todos los sectores que se ha convertido en interés global.
Circula una frase por la red que dice algo así como " queremos ser antes " Belén Esteban " que el ingeniero que tiene que trabajar en Burguer King". Evidentemente la diferencia está en los ingresos económicos de uno y otro. La formación, la inversión, del ingeniero no está cuantificada, no se valora, no se paga.
Seguimos rodando la bola, y esta va recogiendo nieve y chinarros, formados y desinformados, hasta que se deshace chocando contra el muro de la realidad, el muro de la vida. Ese al que tarde o temprano a todos le llega.
En muchas de las profesiones, actualmente ha llegado el intrusismo laboral, "belenes esteban", el cual respeto, (hay que comer )siempre que una vez metido en la rueda no desprestigies el sector, no puedas confundir al cliente pensando que todos los demás ..."istas" están en el mismo saco.
A todos los profesionales de los diferentes sectores el escalar o mantenernos en nuestro estadio nos ha costado : tiempo, que nadie nos va a devolver ,y que estamos con el derecho de valorar; dinero, para formarnos en todos los aspectos y variantes que implique nuestra profesión , el cual también debemos de valorar para intentar recuperarlo a lo largo de nuestra vida laboral; instalaciones, adecuadas al mejor uso y disfrute de nuestros clientes y de nosotros mismos; información y seguridad, adquirida por el profesional para ofrecérsela a nuestros clientes; etc. Todo ello tiene un precio, todo se traduce en una inversión que es constante y permanente y ese todo es la diferencia entre un profesional y un aficionado; ese todo es el que ofrecemos a nuestro cliente para que tenga la seguridad del trabajo bien hecho, de la responsabilidad en el mismo, de la mejor decisión tomada, de la convicción de su decisión. Ese todo es la diferencia del que deja su trabajo a medias (por si cuela) al que lo remata hasta la última brizna, es la responsabilidad hasta el último segundo del evento, contra el abandono una vez hecha la caja, es tantas y tantas diferencias , que cada día se me hace más difícil entender como no se ven y valoran a simple vista.
Los profesionales son aquellos que generan las ideas, proyectan el trabajo, esbozan los diseños, para sus clientes ...que pena que esta confianza se pague vendiendo lo regalado en la siguiente esquina por algo "parecido", que no igual; por algo no ideado; por algo no diseñado; por algo no esbozado; por algo solo copiado.
Los profesionales nos diferenciamos de los advenedizos por lo que sabemos, por nuestro esfuerzo en el reciclaje continuo, por nuestra lucha constante con la investigación en cualquiera de los sectores que ocupemos, por nuestra FORMACION.
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