"Divertimiento para cuerda"

El pintor salmantino, para más señas macoterano, Jerónimo Salinero presentó su enésima exposición de pintura, en la Galería de Arte "Orfila", de Madrid, entre las fechas del 16 de febrero al 10 de marzo del 2015.

Para un señor que no conoce el abecedario le resulta imposible leer y entender un texto. Cuando nosotros miramos y pretendemos entender un cuadro de Jerónimo, nos pasa lo mismo: lo contemplamos, reconocemos sus habilidades en el manejo y urdimbre de los colores, de sus vivos y nobles colores, y nos retiramos sin mensaje. Preferimos que nos retraten la imagen, el paisaje, el bodegón, cualquier figura: lo que conocemos. Aquello que se encuadra en el realismo, y realismo es también lo que se esconde en el alma: los sentimientos, lo doloroso de una herida invisible producida por la injusticia, por un desahucio, por una vejación, por una desposesión de valores y derechos. Lo que se guarda dentro de las entrañas del cuerpo y del espíritu, y esto tan íntimo es lo que pretende Salinero plasmar en sus cuadros, como un acto de reflexión y un grito para advertirnos de que no hay que callarlo todo y resignarlo todo.

A Salinero lo podemos enmarcar en el grupo vanguardista de El Paso, en que, entre sus mentores, figuran sus íntimos amigos Manolo Conde (de cepa macoterana) y Pablo Serrano. Y de ahí parte su concepción poética del arte, su preocupación y actitud crítica ante la realidad y su compromiso rebelde, al menos, de denuncia.

Y voy a cederle la palabra, que quiere contarnos cómo engendró la exposición, el mensaje que quiere trasmitir y las posibilidades de juego con una simple cuerda, sinónimo metáfórico de pincel.

"El hilo compone la cuerda, la cuerda el instrumento, el instrumento la idea, la idea compone la obra. De hilo, cuerda, instrumento, idea y obra, está construida el alma. Pero mi divertimento está en la cuerda: Cuerda corta, larga, fina y ancha, Arco Iris de cuerdas.

Porque la cuerda está hecha de verbos que inician el abecedario: Mira fijamente la cuerda y observa cómo el leve movimiento de la mano que se ofrece, busca el azar, y equivocada, rectifica; igual que la goma borra el fallido trazo del lápiz.

Mira cómo la cuerda perfila la superficie, delimita el musical revuelo de formas, que como notas se rozan, buscando el deseado encuentro.

Mira como repta en la planicie del cuadro, dibujando rectas, curvas, ángulos y círculos; componiendo espacios, salvando rugosos montículos; hasta quedar adherida por la insistencia del tacto.

Mira como forma y deforma con astucia el hueco; yendo y viniendo se enreda, gira y trenza; resultando nudo al fin.

Mira cuando el azar se aleja, cómo arrecia el fuego de los rojos y amarillos; cómo el gris serena las fauces del negro; expectante el ocre, camina al espacio imaginario que insinúan los azules y verdes, mientras el blanco acomoda el sosegado horizonte.

Mira cómo el orden llega, se difunde la luz por los espacios de claros y penumbras; esa ansiada luz que de lo oculto emerge y te transporta al éxtasis.

Mira la entrega del cuadro al silencio, porque el acabamiento del viaje ha llegado. Largo debió ser, o acaso breve, si es que alguna vez aconteció."

Jerónimo Salinero