El cuerpo presentaba un fuerte traumatismo en la cabeza, y en el escenario varios testigos observaron fármacos en forma de pastillas
Técnicos forenses investigan la muerte de un hombre hallado muerto este viernes en su domicilio de Pereña de la Ribera. El fallecido es A.S.R. de 51 años de edad, y su cuerpo fue hallado por la Guardia Civil, en el número 37 de la calle Nuestra Señora del Castillo, tras la intervención de los bomberos de Vitigudino.
Varios vecinos denunciaron ante el juez de paz de la localidad la desaparición del hombre desde hacía varios días, por lo que se procedió a forzar la cerradura de la puerta para acceder a la vivienda. El cuerpo de A.S.R. se encontraba en el suelo bloqueando la puerta del comedor, lo que dificultaba el acceso y hacía necesaria la intervención de los bomberos.
Según algunos testigos que tuvieron acceso al lugar donde se encontraba el fallecido, pudieron observar que el cadáver presentaba un traumatismo en la cabeza, además de varios fármacos en forma de pastillas. A este respecto cabe señalar que A.S.R. sufría de epilepsia, enfermedad por la que se encontraba en tratamiento.
La forense encargada del caso y que se personó en el domicilio del fallecido, en declaraciones a este diario señaló que no podía establecer la causa de la muerte hasta realizar un completo examen del cadáver, por lo que no se descarta ninguna hipótesis.
A.S.R. era natural de Pereña de la Ribera, localidad que abandonó hace más de 25 años. Hasta su regreso a localidad ribereña, hace menos de un mes, había residido en Valencia, donde viven su mujer y una hija de 24 años.
Una vecina asegura que fue el lunes pasado, 16 de febrero, el último día que lo vio, al parecer minutos antes de que se trasladara a Vitigudino |
Según estos mismos vecinos, en Pereña vivía solo y no tenía familia directa, "una tía", y había manifestado su intención de realizar algunas reformas en la casa. Todos los vecinos consultados rechazan que en algún momento hubiera manifestado intenciones de quitarse la vida, por lo que la principal hipótesis apunta a que sufrió un ataque de epilepsia que no pudo superar.
Una de las vecinas próximas al lugar de residencia del fallecido, y que fue la que dio la voz de alarma de su desaparición, asegura que fue el lunes pasado, 16 de febrero, el último día que lo vio, al parecer minutos antes de que se trasladara a Vitigudino a realizar unas compras. A partir del miércoles, "al no verle que salía a pasear como todas las mañanas, y le daba 'mañuzos' de leña para lumbre", comenzaron las sospechas, hasta que este viernes se decidía a avisar al juez para informarle de lo sucedido.
Hasta el lugar de los hechos, además de la Guardia Civil del puesto de Villarino, y los bomberos de Vitigudino, se trasladó un agente de la Policía Judicial de la Guardia Civil, que procedía a la toma de imágenes y huellas para esclarecer las causas de la muerte. A la llegada del equipo forense, en torno a las 14.35 horas, se procedió al levantamiento del cadáver, que fue trasladado a Salamanca donde este viernes, previsiblemente, se le realizará la autopsia.