El público tampoco podrá ir este año más allá de la Ermita en el encierro a caballo

Las decenas de miles de personas que habrá en Ciudad Rodrigo en la mañana del Domingo de Carnaval volverán a tener restricciones a la hora de presenciar el esperadísimo encierro a caballo, que este año contará con astados de la ganadería de los Herederos de Santos Alcalde.

Por segundo año consecutivo, el encierro volverá a tener una zona de expansión, es decir, un tramo al que no podrán acceder espectadores por motivos de seguridad, después de que hace dos años los astados dieran muchos problemas en la zona de campo abierta. Asimismo, con esta medida hay más probabilidades que el encierro entre en agujas, ya que los animales tendrán menos distracciones.

El punto a partir del cual no se podrá acceder volverá a ser, como el año anterior, la Ermita del Alto de Valhondo ?desde la cual hay 3,5 kilómetros hasta la Plaza-, con la diferencia de que el encierro tendrá un punto de salida muy diferente.

El año pasado, el encierro partió de unos corrales improvisados situados apenas 400 metros más allá de la citada Ermita del Alto de Valhondo, donde hubo carteles y cintas prohibiendo el paso. Sin embargo, este año el encierro saldrá de mucho más lejos, del Centro Ecuestre Casasola, con lo cual el tramo que no podrá presenciar el público, y del que podrán disfrutar únicamente los caballistas que acompañen al ganado, será mucho mayor.

Concretamente, ese tramo vetado al público será de unos 2,5 kilómetros ?la distancia entre el Centro Ecuestre Casasola donde partirán los astados y la Plaza Mayor está en torno a los 6 kilómetros-.

Si para el encierro a caballo se habilitará esa zona de expansión, de cara a los encierros urbanos las agujas situadas nada más salir de los corrales ubicados en un solar entre las calles Duero y Miño volverán a estar tapadas para evitar que los toros se distraigan al salir.