Firmado por las universidades de Salamanca y el Algarve, el director general de Salud del Gobierno luso y el director general de la Fundación General del CSIC (GALERÍA DE FOTOS)
La Fundación General de la Universidad de Salamanca ha firmado este miércoles un acuerdo marco de colaboración con la Fundación General del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, la Dirección General de Salud del Gobierno de Portugal y la Universidad del Algarve para constituirse en una referencia, tanto a nivel nacional como internacional, uno de los desafíos prioritarios para nuestra sociedad: el envejecimiento de la población.
La identificación del envejecimiento como línea estratégica de trabajo, en la que la Fundación de la USAL viene trabajando desde hace cuatro años a través de otros proyectos, constituye el objeto sobre el que se basa este acuerdo marco de colaboración, suscrito en la mañana de hoy por Daniel Hernández Ruipérez, rector de la Universidad de Salamanca; António Branco, rector de la Universidad del Algarve; Francisco George, director general de Salud del Gobierno de Portugal; y Miguel García Guerrero, director general de la Fundación General del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
En la firma también estuvieron presentes Óscar González Benito, director?gerente de la Fundación General de la Universidad de Salamanca; Pedro Graça, jefe de la División de Estilos de Vida Saludable de la Dirección General de Salud del Gobierno de Portugal; José Luis de Miguel, director de Análisis, Estrategias, Programas y Proyectos de la Fundación General del CSIC; Bárbara Soares, coordinadora del Centro Virtual sobre el Envejecimiento en Portugal; y Nidia Braz, catedrática de la Universidad del Algarve.
La sociedad se encuentra ante un proceso global de envejecimiento, derivado de un aumento progresivo de la esperanza de vida y de la reducción de las tasas de natalidad. Todo ello está provocando una alteración de las pirámides poblacionales y, de ello, se derivan importantes consecuencias sociales y económicas.
Los escenarios futuros de los distintos estudios poblacionales prevén un aumento de esta franja de población (mayores de 65 años) a nivel mundial de más de un 21% para el 2050. Alcanzando estas previsiones, tanto en el caso español como en el portugués, niveles por encima del 30%.
Dado que este efecto es especialmente relevante en las sociedades española y portuguesa se hace necesario proponer un reto de futuro a la sociedad para conseguir una mayor longevidad con más salud y un aumento de la calidad de vida de la población.
Resulta importante señalar que en 2007 el Programa sobre Envejecimiento de las Naciones Unidas y la Asociación Internacional de Gerontología y Geriatría establecieron lo que se ha denominado la "Agenda de Investigación en Envejecimiento para el siglo 21" (Research Agenda on Ageing for the 21st Century), estableciéndose en ella una serie de prioridades de investigación en envejecimiento, que las entidades firmantes quieren impulsar, teniendo en cuenta, para ello, al menos dos aspectos:
? Las capacidades investigadoras de los sistemas de I+D español y portugués, con aplicación al envejecimiento.
? El potencial transdisciplinar de las temáticas.
Será esta transdisciplinariedad la característica que desde las partes firmantes de este acuerdo marco de colaboración se quiere incorporar a la visión y comprensión del envejecimiento.
Es esa transdisciplinariedad la que también lleva a las entidades que promueven este acuerdo a identificar necesidades y favorecer respuestas adecuadas. Así en el ámbito de la formación, esta nueva realidad demográfica requerirá de profesionales específicos que puedan comprender, desde sus respectivas áreas de conocimiento, de un modo global el envejecimiento. Para ello, el impulso de nuevos perfiles profesionales se convertirá en una de las piedras angulares de las acciones a desarrollar en el marco de esta colaboración.
Igualmente, es de destacar que la dimensión cuantitativa que tiene y, sobre todo, que alcanzará el grupo poblacional de personas mayores de 65 años, es tal, que, en sí mismo, se constituye como un sector económico, con todo lo que ello supone. Por ello, al lado de los factores sociales y económicos del envejecimiento, que suponen grandes desafíos para nuestra sociedad, surgen y, de un modo más preciso, surgirán múltiples oportunidades que deberán ocasionar saldos positivos en materia de creación de empleo, generación de desarrollo y efecto dinamizador en el ámbito de la prestación de servicios profesionales y en la optimización de las inversiones en aquellos sectores que acompañan los procesos de desarrollo económico.
Para el desarrollo del acuerdo marco de colaboración, las partes firmantes crearán los grupos de trabajo que fuesen necesarios, así como llevarán a cabo todas aquellas acciones que consideren de interés, con el objeto de establecer un plan de trabajo que se llevará a cabo de acuerdo con las directrices establecidas en los convenios específicos correspondientes para cada actuación.