Los mirobrigenses peregrinan hasta La Caridad en el arranque de la cuenta atrás para Carnaval

Con los restos todavía humeantes de la hoguera celebrada en la tarde del lunes, Ciudad Rodrigo ha dado arranque en esta jornada de martes a la cuenta atrás definitiva para el Carnaval con la celebración de la festividad de San Blas, que este año sirve de perfecto calentamiento ?especialmente para los jóvenes- para las fiestas grandes de la ciudad.

La festividad de este año del patrón de las gargantas tiene -al igual que ocurrió el año anterior- la molesta visita de la lluvia, de forma intermitente. Por ejemplo, nada más concluir la misa en el Monasterio de La Caridad, cayó un fuerte chaparrón. Al menos, este año la procesión sí pudo realizarse con normalidad, después de que el año pasado se limitara al interior del Monasterio.

Como es habitual, desde media mañana comenzó el peregrinaje a La Caridad, tanto a pie como en coche. En ese tramo de la jornada predominaban los adultos, que querían asistir a la parte religiosa de la festividad, que arrancó unos minutos después del mediodía con la procesión de ida y vuelta de la imagen de San Blas desde el Monasterio hasta el vecino Sanjuanejo.

La procesión contó con la animación musical de José Ramón Cid Cebrián con la gaita y el tamboril, que iba justo delante de los mayordomos de este año: Innuit Segovia de la Paz, Noelia Toribio Sastre, y Nunavut Segovia de la Paz. A continuación, procesionaba la imagen de San Blas, que fue portada por numerosos familiares de los mayordomos.

Tras la imagen, marchó el Obispo Raúl Berzosa, acompañado de varios sacerdotes más, entre ellos, el Capellán de la Cofradía de San Blas, Bernardino San Nicasio Rubio, y el joven Daniel, misionero en Luanda (Angola), quién es sobrino-nieto del que fuera párroco de El Sagrario, César Moro. La comitiva continuaba con las autoridades, con representación de la Corporación Municipal, la Policía Local y la Guardia Civil. Por parte de la Corporación estuvieron el alcalde Javier Iglesias, el teniente de alcalde Marcelino Cordero, y los concejales Enrique Cencerrado, Adoración Cañamero y Pedro Muñoz.

El paso de la procesión por el agregado de Sanjuanejo fue seguido por los usuarios de Asprodes, que se incorporaron a la comitiva para llegar hasta el Monasterio. Una vez allí, el Obispo Raúl Berzosa bendijo las gargantillas preparadas antes de dar inicio a la Eucaristía. Durante la homilía, Berzosa tuvo un recuerdo para el joven fallecido en 2013 Darío Toribio ("también está presente hoy"), que debía haber sido mayordomo en esta edición de San Blas.

A la conclusión de la misa -en la cual la capilla del Monasterio se quedó pequeña- tuvo lugar el relevo en la Mayordomía, cogiendo las varas los mayordomos del 2016: Luis María Sánchez, José Martín Sánchez, Verónica María Sastre, Manuel Jesús Sánchez Blanco, Jaime María Sastre y Leonarda Sastre Elvira.

Justo en ese mismo instante se inició la venta de las gargantillas. En esta ocasión se han preparado cerca de 14.000, que salieron a la venta al precio de 0,40 céntimos cada una (excepto las de color rojo destinadas a los cofrades, que reciben una de forma gratuita). Como es habitual, en los instantes posteriores a la misa hubo una gran 'lucha' por comprar las gargantillas, mientras en el exterior caía un importante chaparrón.

Poco a poco la barra donde se despachaban las gargantillas (de 10 colores diferentes), se fue despejando, a la par que el cielo dio también un respiro, que fue aprovechado por muchos para acercarse en ese instante hasta Sanjuanejo para disfrutar del tradicional convite.

A lo largo de la tarde el peregrinaje a La Caridad será continuo, especialmente por parte de grupos de jóvenes, que se pusieron en marcha una vez acabaron las clases de la mañana del martes. Eso sí, parece complicado que haya grupos que puedan disfrutar de la tarde en el campo debido, para empezar a lo mojado que está el suelo, y a las visitas intermitentes de la lluvia.