Es imposible describir en palabras los sentimientos que despierta Bea en nosotros.
Retrato de una boda, bueno de dos, porque Bea y Alberto se han casado dos veces; ¡y ahora, cómo lo explico!, la pareja tiene un familia muy extensa, en Gargantilla, Ahigal, Salamanca y no hay catedral capaz de albergar a tal gentío ni asiento para tal acompañamiento.
El sacerdote y la "cuadrilla", (con todos los respetos, novicios de los Padres Reparadores), ancestralmente han sido voluntarios en el club de encuentro, gracias a ello, los novios se permitieron la licencia, con anuencia del cura, de organizar la más especial de las bodas que jamás se vio y se verá.
La tradición nos dice que el novio acompañado de su familia camine hasta casa de la novia.
La hermosa iglesia de "Nuestra Señora de los Dolores" nos recoge, y la "Caballé" se dirige a su "Hugh Jackman"; una voz resuena y dos miradas sencillas y sinceras se clavan, un coro de voces y otro de lágrimas detienen el tiempo.
En Salamanca la pareja cede el testigo a los jóvenes que les acompañan en los días, alegrías y desvelos, ¡hacía que no iba a una boda!, decía Tasio, qué desfile de corbatas, pajaritas, paparazzi, elegancia y saber estar, una cátedra en comportamiento ejemplar.
Llega el baile y el despiporre natural, María pincha discos, las sillas de ruedas danzan buscando su lugar, los contoneos, agarraos, congas, y sobre todo alegría, sonrisas, complicidades, cada uno en su lugar, como somos, sin más disimulo que nuestro corazón al desnudo.
Me voy y no te digo adiós querida compañera, tuviste ya palabras amables y recuerdos para vuestro baúl viajero que no ocupan lugar, sabes que estamos orgullosos de ti, que es un placer cada día verte sonreír, escucharte conversar con las familias. Derrochas pasión en todo lo que tocas, irradias bondad heredada de unos padres nobles, de una familia que ya luce en su nueva generación con unos nietos y sobrinos preciosos.
Eres luz, alma, bondad, ternura, fragilidad, eres tú, Bea Pérez de Gargantilla y ole, ole y ole ...
A tus padres por ser buenas personas.
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