Estimados lectores, una vez más me toca sentarme delante del ordenador para redactar un nuevo artículo, como cada 15 días. De nuevo me toca elegir un tema de actualidad, del que pueda saber algo y que además sea mínimamente interesante. Y ya que estamos, tratar de redactarlo con algo de chispa, así pues, voy a ver si soy capaz de conseguirlo.
En esta ocasión haré referencia a los conocidos como "Los viajes de Monago". Antes de nada me gustaría decir sobre este señor que siempre he pensado que es uno de los ejemplos a seguir en política, viene de una familia humilde, trabajadora, él mismo ha trabajado como bombero, y caracterizado por ser muy "campechano". Además no le tiembla el pulso a la hora de criticar cualquier postura o decisión tomada en los despachos de Génova. Pero no sé si intencionadamente o por la simplicidad y facilidad con la que se acostumbra a hacer, se le ha acusado en los medios de comunicación de haber realizado viajes privados a cargo del senado, que aunque se encargue de demostrar la falsedad o no de esas acusaciones, la manchita ya no se la quita ni con lejía.
Tras el revuelo causado en la sociedad, que ya no pasamos ni un desliz de ningún político (en especial de los derechas, que hay que decirlo todo), se ha llevado al congreso la posibilidad de que nuestros diputados y senadores tengan que explicar, justificar, llámenlo X, todos sus viajes y actividades realizados en su desempeño como diputados o senadores de tal forma que cualquier ciudadano pueda ver si quiere la partida de esos gastos, algo totalmente compresible para cualquier ciudadano y que? ¡sorpresa! los grandes partidos no están por la labor de hacer más transparente esos gastos.
A mí personalmente me gusta hacer comparaciones entre la empresa privada y las administraciones y organismos públicos, creo que la empresa va bastante más adelantada socialmente hablando, y es por una sencilla razón, la transparencia de sus actividades es uno de los motores de su éxito, ya que los consumidores e inversores optarán por aquellas compañías que actúen de una manera más responsable con su entorno.
Vale que nuestra democracia es joven y son muchas las cosas que tenemos que pulir, vale que desgraciadamente muchos de nuestros políticos solo saben que es una empresa privada por lo que escuchan, ya que nunca han trabajado en ella, vale que tendremos que ir cambiando cosas a base de golpes recibidos, de fallos detectados, si eso es normal, pero señores políticos, cuando surjan esos fallos que la sociedad reclama ser solucionados, no miren a otro lado, o podremos llegar a pensar que lo que la sociedad les pide, poco les importa, anteponiendo sus intereses y sus privilegios a lo que en verdad importa, los ciudadanos.
En cualquier empresa que se precie los directivos tendrán que justificar sus gastos de representación, o los comerciales sus dietas, puedo poner mil casos en los que alguien que trabaja en cualquier tipo de empresa tenga que justificar los gastos que realiza para desempeñar correctamente su trabajo, y ustedes, amigos lectores, también.
España es nuestra empresa, es la empresa de todos los españoles, todos somos socios de ella, todos hacemos con nuestro trabajo y esfuerzo que esta tenga éxito, que salga adelante. Evidentemente en nuestra empresa tenemos nuestro consejo de administración, al que elegimos entre todos para que nos representen y tomen decisiones en pro de los beneficios de nuestra nación, repito, nuestra empresa. Y como no puede ser de otra manera, exigimos a nuestros representantes que justifiquen hasta el último céntimo de los gastos (también de los ingresos) que nuestra empresa y nuestros directivos tienen, igual que lo hacemos los socios-trabajadores de base. De lo contrario la confianza disminuirá, los inversores huirán, y les aseguro, que cuando reelijamos a nuestros representantes en el consejo de administración, ustedes no contarán con nuestro respaldo, aun sabiendo que el resto de opciones son, a priori, la peor de las opciones para dirigir nuestra empresa.
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