Miércoles, 24 de diciembre de 2025
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Javier Martín: "Falta una voluntad verdadera por resolver el conflicto entre Israel y Palestina"
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Periodista salmantino residente en Jerusalén, como delegado de EFE

Javier Martín: "Falta una voluntad verdadera por resolver el conflicto entre Israel y Palestina"

La vida para un comunicador en esta zona del planeta es muy diferente porque "sabes, por ejemplo, que si vas a una manifestación, siempre debes llevar el chaleco antibalas y el casco; por las piedras palestinas y las balas israelíes, forma parte ya del eq

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Tiene 42 años y aunque nació, creció y se formó en Salamanca, lleva casi media vida en lugares tan lejanos y diferentes como Egipto, Irán, Irak y El Líbano. Es Javier Martín Rodríguez, en la actualidad delegado de la Agencia EFE para Israel y Palestina, y uno de los periodistas con mayor experiencia sobre el terreno en esta parte del planeta, donde vive desde 1996. Un auténtico cazador de noticias, de los que no abundan, que mantiene el estilo de los viejos corresponsales, que prefiere mancharse las botas de polvo, antes que llevar unos zapatos impecables sobre la moqueta o, lo que es lo mismo, que se vuelve loco por el periodismo de calle, en contacto con la gente, y trata de eludir el de carácter oficial, marcado por los gabinetes de prensa y que, desgraciadamente, tanto se impone en los medios de hoy.

De hecho, aunque a sus padres les duela, reconoce que prefiere informar de una guerra o de una manifestación, antes que permancer comodamente en una sala de prensa. Su trayectoria es tan intensa y variada que le ha proporcionado una visión analítica que nos permite entender mucho mejor qué es lo que está pasando en Oriente Medio. SALAMANCArtv AL DÍA les ofrece la oportunidad de conocer a un profesional de la comunicación salmantino que vive, trabaja y siente en Jerusalén.

¿Qué tal ha resultado tu adaptación a este nuevo destino de la Agencia EFE?

Bueno, ha tenido que ser muy rápida. La verdad es que ha sido un año muy cargado informativamente hablando, con el conflicto entre palestinos e israelíes de nuevo en primera página -y no para bien-, así que apenas he tenido tiempo para disfrutar de la zona. En apenas diez meses hemos tenido una larga y cruenta guerra, una visita papal histórica, la violencia en Jerusalén, la reconciliación palestina....

¿Y todo con tu familia, tu mujer y tus dos hijos, cómo se han adaptado ellos?

Bien, muy bien. A los niños les suele costar poco cuando son tan pequeños. Para la mayor fue un poco más difícil porque llegó a mitad de curso, pero es normal. Ya tienen sus amiguitos en el colegio y van a buen ritmo. Mi mujer, contenta también con su trabajo. Así que de momento felices.

¿Tu amplia experiencia en Oriente Medio te facilita tu trabajo?

Sí, por supuesto. Aunque aquí sea otro lugar, otro conflicto, otras sensibilidades, comparten muchas cosas con sus vecinos. Más de las que a veces unos y otros quieren admitir.

¿Te consta si hay un seguimiento de tu trabajo, has percibido presiones para dar una u otra imagen de lo que vas contando?

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Todos sufrimos presiones aquí. Es un lugar en el que priman los intereses políticos, y todos los implicados se creen en posesión de la verdad. Mi objetivo es ser lo más honesto posible con mi trabajo. Contar lo que ven nuestros ojos y que sean otros los que juzguen y saquen sus propias conclusiones a la luz de los hechos. Hasta ahora las críticas son de ambas partes, lo que nos da a entender que en la corresponsalía se está haciendo un buen trabajo. Estoy contento por ello. Si a los periodistas no nos critican por nuestro trabajo, o nos critica solo una de las dos partes, algo estamos haciendo mal. Ya sea en Jerusalén, en Madrid o en Salamanca. El periodista no está para alabar el poder, sino para vigilarlo, controlarlo y levantar la pluma cuando algo se hace mal, lo haga quien lo haga, sea del partido que sea.

¿Cómo es un día cualquiera en vuestra delegación?

Hay siempre un factor de sorpresa, pero no se diferencia demasiado de una redacción en cualquier otro lugar. Se reciben convocatorias de prensa, se valoran y se cubren los temas que interesen. Nuestro objetivo es hacer un periodismo más humano. No queremos contar noticias, sino contar como esas noticias, como esas decisiones políticas que se toman en despachos, afectan a las personas, a su cotidianeidad. Contar el día a día de la gente.

¿En esa vida cotidiana se palpa la tensión entre Israel y Palestina?

Sí, la tensión es algo intrínseco a esta tierra. Quizá es más visible en Jerusalén. Hay una enorme carga de desconfianza que flota permanentemente en el ambiente.

¿Tienes libertad para moverte por Israel y por Palestina, es peligroso?

Sí, hay libertad de movimientos para los extranjeros. Y existe peligro, pero es un peligro en cierta manera conocido, casi rutinario. Sabes, por ejemplo, que si vas a una manifestación, siempre debes llevar el chaleco antibalas y el casco; por las piedras palestinas y las balas israelíes. Forma parte ya del equipo diario, junto a la libreta de alambre, el boli y la cámara. Este verano en Gaza sí fue muy complicado porque las bombas caían en cualquier lado y a cualquier hora.

¿En qué momento está este conflicto, se resolverá algún día?

Difícil de saberlo. Pero al menos se necesitará que pase la actual generación. Creo que al igual que en España y en Europa, es el momento de que la vieja guardia se ponga a un lado y dé el testigo a otros.

¿Qué papel juega el sistema educativo de unos y de otros, las nuevas generaciones tenderán puentes y se aferrarán a la herencia de violencia, bandos y venganza?

La paz y la convivencia se enseña en los colegios. En Israel y Palestina desgraciadamente apenas hay un puñado de colegios en el que niños palestinos e israelíes estudien juntos. En Israel, ya desde la guardería reciben la visita del Ejército. En el otro lado es similar. Esa es la raíz del conflicto. ¿Cómo van a aprender a convivir de mayores si no se lo han enseñado desde pequeños?.

¿Qué opinión te merece el papel de la Comunidad internacional ante este problema?

A la comunidad internacional le sobran intereses políticos y económicos, y le falta valentía. Podría hacer mucho más por solventar el conflicto. Falta una voluntad verdadera.

¿Y España, cuál es su postura y qué te parece?

No veo que sea muy diferente a la del resto de la comunidad internacional. Creo que deberíamos ser más valientes.

Por último, volviendo a tu trayectoria profesional ¿cuánto tiempo te quedarás en Israel y qué te queda por hacer como corresponsal en el extranjero?

La primera parte la verdad es que no puedo responderla con exactitud. Espero que el tiempo suficiente para conocer mejor esta tierra. Como corresponsal espero que aún me queden muchas cosas que hacer. Aún soy joven y estoy, como quien dice, intentando avanzar para mejorar. Que siga dando vueltas por el mundo será una buena noticia, querrá decir que los medios han salido de su error actual y vuelven a ser conscientes de que la buena información, la que vende y la que el público demanda, es aquella que huele al polvo que se acumula en las usadas botas de los periodistas.

Javier Martín, periodismo de verdad

Javier Martín Rodríguez (Salamanca, 1972) es en la actualidad delegado de la Agencia EFE para Israel y Palestina, con sede en Jerusalén, y uno de los periodistas con mayor experiencia sobre el terreno en Oriente Medio, donde vive desde 1996. Fundador de la primera corresponsalía permanente de la Agencia EFE en Irán, trabajó durante más de una década en su oficina central de Oriente Medio, desde donde cubrió como enviado especial guerras como las de Irak (2003) y el Líbano (2006). Desde finales de ese año hasta 2008, fundó en El Cairo el nuevo servicio de noticias en Árabe en la Agencia EFE. En 2011 fue testigo directo de la caida del Muamar Gadafi y en 2012 viajó a Siria como enviado especial al conflicto civil que vive el país.[Img #150187]

Llegado a Oriente Medio hace casi dos décadas, se ha especializado en chiismo y es autor de cuatro importantes libros sobre la región: 'Hizbulah, el brazo armado de Dios' y 'Suníes y Chiíes, los dos brazos de Alá' (elegidos como los mejores del año sobre Oriente Medio por la revista Foreign Policy en 2006 y 2008, respectivamente), 'Los Hermanos Musulmanes' (2011), y el más reciente, 'La casa de Saud', en las librerías, todos ellos publicados con la editorial Catarata.

Además, en 2012 promovió, junto a la periodista Cecilia Ballesteros, la publicación del libro 'Queremos Saber' de la editorial Debate, en el que el mismo participa como autor y en el que junto a 11 de los corresponsales españoles más prestigiosos se disecciona la crisis del periodismo y se reflexiona sobre cómo esta crisis en la información internacional nos afecta a todos.

Cronista de guerra, sus experiencias durante la invasión de Irak en 2003 están recogidas en el libro colectivo publicado ese mismo año por la Agencia EFE 'Objetivo Bagdad: 12 corresponsales en la guerra de Irak'.

Es licenciado en Filología Árabe por la Universidad Complutense de Madrid y en Filología Hebrea por la Universidad de Salamanca, así como máster en Periodismo y Cooperación Internacional y máster en Marketing on-Line por la Online Bussines School, en colaboración con la Universidad de Barcelona.

En 2006 y 2013 fue finalista del premio Cirilo Rodríguez, el más prestigioso en España para corresponsales extranjeros y en 2008 fue galardonado con el premio Intercultura, en Melilla, por su labor al frente del servicio de noticias en Árabe.

Profesor en el curso monográfico sobre Oriente Medio de la Centro Superior de Estudios de la Defensa (CESEDEN), ha asesorado en diversas tesis doctorales y dictado conferencias en la mayoría de las principales universidades de España.

Fotos de Thomas Coex

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