BÉJAR | Una obra con mensaje para tiempos convulsos
La puesta en escena de Las Troyanas por el grupo Argea Teatro de Hervás, fue muy bien recibida por los asistentes a la representación de este neo clásico del teatro de todos los tiempos. Neo clásico porque ha sintetizado, y por tanto potenciado, el texto de griego Eurípides con dosis del clásico romano Séneca y del contemporáneo aleman Heiner Müller.
Además del espacio escénico en el que se mueven las actrices, una suerte de coso en el que bajo su arena se encuentran todos los accesorios necesarios para el desarrollo de la obra, también aporta la novedad que supone para esta obra contar con la presencia en escena de tres músicos Juan Fernández, Juan Martín y Alfredo Ramos, que interpretaban la banda sonora de una manera efectista, con variados y curiosos instrumentos, desde violines y guitarras eléctricas pasando por diferentes elementos de percusión hasta un exótico de viento australiano llamado didgeridoo. El uso de las máscaras ha sido lo que ha acercado la representación a lo que de primigenio tiene el teatro, conectándolo no solo con el mundo clásico si no también con los ritos ancestrales de evocación de los dioses.
Tres actrices, Isabel Leo, Jesica Mosca y Concha Valero, compendiaban al resto de los actores que aparecen en los clásicos, y si en aquellos tiempos eran hombres y solo hombres los que subían al escenario, esta vez han sido mujeres las que han dado forma a todos los personajes, masculinos y femeninos.
Tres actrices que han sabido transmitir el desgarro que producen las guerras en la población femenina, poniendo de actualidad un tema que jamás ha pasado de moda y que es arma recurrente de los ejércitos a la hora de jugar a la pelear, aunque de un juego no se trate.
El director sevillano José Antonio Raynaud explicaba a BÉJAR AL DÍA como para él esta es una de las obras vitales de la cultural occidental de todos los tiempos, de cómo la destrucción y la guerra son hijas de las cuestiones económicas y como son siempre las mujeres las auténticas victimas de esa destrucción. Las mujeres sufren las consecuencias de los conflictos masculinos, Raynaud ha querido plasmar los sentimientos que quedan en madres, esposas e hijas después de un conflicto bélico.