El religioso carmelita, colaborador de SALAMANCArtv AL DÍA, trazará un relato humano cercano sobre las personas que rodearon a la santa andariega
El prior de los Carmelitas Eusebio Gómez Navarro ofrece este lunes, 3 de noviembre, una conferencia bajo el título 'La familia de Santa Teresa'.
La charla se desarrolla en el salón de actos del convento carmelitano de la calle Zamora a partir de las 20,30 horas.
Gómez Navarro, columnista de SALAMANCArtv AL DÍA, avanza para los lectores de este periódico las líneas maestras de su conferencia, enmarcada en los actos conmemorativos del V Centenario de la santa andariega
Sus padres eran virtuosos. Hoy, a muchos no les gusta oír hablar de virtudes. Quizás podríamos decir mejor "cualidades". Sea como fuere, son especialmente necesarias para la vida, especialmente: la fortaleza, la templanza, la prudencia, la justicia, la fe, la esperanza y la caridad. Cuando Teresa habla de su infancia alaba a sus padres y dice: "No cabe duda que el tener unos buenos padres, es uno de los grandes dones que se pueden recibir en la vida". Y cuando enumera las virtudes de sus progenitores, en unas pinceladas los retrata perfectamente. En este ambiente impregnado de virtudes y cualidades humanas, de fe y religiosidad, Teresa 'despierta a la vida'. Se siente atraída poderosamente por la verdad y por las cosas eternas, tiene prisa por ganar bienes eternos. Teresa reconoce la influencia de sus padres, el cómo vivían su relación con Dios y con los demás.
Teresa era la más querida de su padre. Su padre era temeroso de Dios, hombre de verdad, honesto y leal, sensible al dolor de los otros, de mucha caridad con los pobres y piedad con los enfermos, no consintió en tener ningún esclavo, aficionado a leer libros espirituales. Jamás nadie le vio jurar ni murmurar. Muy honesto en gran manera.
Su madre era la encargada propiamente de educar a sus hijos en el rezo y en las buenas costumbres. Y también tenía muchas virtudes. Pasó la vida con grandes enfermedades. Grandísima honestidad (...) muy apacible y de harto entendimiento. Le gustaba leer, a escondidas, libros de caballerías, aunque lo hacía para distraerse de los grandes trabajos que tenía y de las enfermedades que pasó. Tenía un cuidado especial para que rezaran sus hijos y fueran devotos de la Virgen y de algunos santos.
Eusebio Gómez
Conferecia: 'La familia de Santa Teresa'