El Día de Todos los Santos llega acompañado de sabores y texturas que se esconden en los dulces más típicos
Buñuelos de viento, huesos de santo, dulces de castañas... El Día de Todos los Santos también llega acompañado de los sabores de los dulces más tradicionales. Un día que sabe a buñuelos de crema, de nata o de chocolate; a masa de mazapán, yema de huevo y cabello de ángel.
Sabores y texturas que se esconden en los dulces que, fieles a la tradición, no pueden faltar en el Día de Todos los Santos. De hecho, comer uno de estos dulces es una de las costumbres más arraigadas. Y en estos días también se rescata otro olor y sabor, el de las castañas asadas.