El poeta y colaborador de SALAMANCA RTV AL DÍA tiene obra suya traducida a más de veinte idiomas. Ahora han versionado textos suyos al bengalí
"Es la primera vez que los lectores bengalíes pueden leer sus poemas. Es un honor para mí traducir a mi idioma natal al excelente poeta Alfredo Pérez Alencart, además de presentarlo en esta revista digital y en esta ciudad que es la del Premio Nobel Rabindranath Tagore, el mayor poeta bengalí", dice Mainak Adak, refiriéndose a los seis poemas que han aparecido en la revista 'Sahitya' editada en la populosa ciudad de Calcuta, en la India.
Mainak Adak (1984), profesor de español y francés en Calcuta, poeta y traductor, tiene también una maestría en inglés por la Universidad de Burdwan y colabora habitualmente en las revistas literarias "Kabita Pakshit", "Tathyakendra", "Kabita Simanta" y "Sahitya". En dos oportunidades ha recibido el Premio de Escritores Jóvenes (2010 y 2011)
Respecto a las traducciones ahora presentadas, Adak destaca: "Hermosos y profundos son los poemas de Pérez Alencart. Aunque estimo que la esencia del poema original no puede reproducirse en una traducción, tampoco puedo olvidar la traducción de poemas de Tagore realizada por Juan Ramón Jiménez y Zenobia Campubrí, donde al leerlos percibo la misma esencia y fragancia que en el original bengalí. Así creo haberlo hecho yo con los poemas del reconocido poeta de Salamanca".
Los seis poemas publicados de Alencart, extraídos de varios de sus libros ya editados, son sólo algunos de los que el poeta y traductor hindú está vertiendo a su idioma, pues tiene la intención de hacer una antología más amplia.
En este enlace pueden verse los seis poemas traducidos, además de la introducción escrita por Mainak Adak.
http://careof-sahitya.blogspot.in/search/label/%20
UN POEMA DE ALENCART AL BENGALÍ
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PRESAGIOS
A lo lejos,
a la altura de las ramas estremecidas
por el vuelo silencioso del colibrí,
ofrecen su buena nueva
los presagios.
Crece algo así
como un humo que el viento
no voltea.
Leo en el gran cielo
un mensaje hecho de miel
y de ceniza.
Enardecidos amaneceres
abren senderos para el retorno
emprendido.
Por mis venas ahora vuela
el colibrí.