La mirobrigense Teresa Herrero retoma su labor como misionera en Ecuador

Durante esta jornada de viernes 10 de octubre, la mirobrigense Teresa Herrero viaja desde Madrid hasta Quito (Ecuador) para retomar su faceta de misionera en aquel país. Perteneciente a las Hermanas Combonianas, Teresa Herrero ha pasado los últimos 5 años en España, convirtiéndose su cara en habitual en las celebraciones de la Diócesis Civitatense, especialmente en las organizadas por la Delegación de Misiones.

Teresa Herrero acumula casi 40 años de estancia en Ecuador, a donde llegó por primera vez en 1971. Desde ese año, ha pasado por varios lugares en el país ecuatoriano donde las Combonianas tienen Misiones, como Esmeraldas, San Lorenzo, Limones, Muisne (éstos dos últimos son islas) o Santa María de Cayapás.

Como explicó hace unos días Teresa Herrero a Ciudad Rodrigo Al Día, durante sus cuatro décadas en Ecuador desarrolló todo tipo de tareas, por ejemplo trabajando en los dispensarios de las misiones, difundiendo la Palabra de Dios, realizando labores en las escuelas, recogiendo madera para después venderla o ayudando a pescar. En las propias palabras de Teresa Herrero, "como misioneros hay que hacer un poco de todo", incluso tareas de albañilería.

De sus largos años en Ecuador recuerda por ejemplo cuando un sacerdote y ella tenían a su cargo a 80 pueblos, encargándose cada uno de ellos de unos 40. En los últimos años de su estancia en Ecuador, a finales de la década pasada, Teresa Herrero estuvo en Quito, encargándose de que los enfermos de los lugares donde tienen misiones las Combonianas recibieran ayuda hospitalaria.

Sin embargo, esa tarea no era nada sencilla. Hasta hace poco, la sanidad de Ecuador funcionaba como en Estados Unidos, y "había que pagar las facturas" de los servicios, incluidas las operaciones o los ciclos de quimioterapia. Teresa Herrero se encargaba de que todos esos servicios fueran abonados, recibiendo el dinero procedente de las misiones de origen, con la colaboración de sacerdotes y obispos, y procediendo al pago, con la colaboración del hospital.

El aspecto sanitario será uno de los principales cambios que se va a encontrar Teresa Herrero en su regreso a Ecuador. Según le han ido informando desde aquel país, el Gobierno de Correa ha implantado un sistema de sanidad gratuita -como en España- lo que define la misionera mirobrigense como "un milagro". Tal y como relata, la situación anterior "era un gran problema para los pobres". Además, así se evita que haya personas que "jueguen con la sanidad", evitándose el tráfico de medicinas desde otros países.

Otro de los cambios es la progresiva construcción de carreteras, que ya pudo ir viendo Teresa Herrero. Según indica, Ecuador "ha progresado mucho", como por ejemplo la zona de Esmeralda tras la llegada de muchas personas de fuera para trabajar en una refinería. Además, también se ha progresado en materia de escuelas: "antes había, pero no funcionaban".

Gracias a la intervención de las propias hermanas Combonianas, los padres de los chavales se han empezado a mover, y por ejemplo, denuncian a través de la radio cuando un profesor no acude a clase (para que así se sienta 'avergonzado' y no falte a clase). En esas aulas, por cierto, se imparte, gracias a las Combonianas, una enseñanza bilingüe, en español y en indio awa e indio cayapás o chachis. En líneas generales, ahora en Ecuador "hay menos pobreza", ya que también el Gobierno da dinero a las madres: "es poco, pero es una ayuda grande".

Como el resto de misioneras Combonianas, Teresa Herrero viajaba a España cada 4 años ?al principio era cada 5-, para pasar una estancia en nuestro país de 3 meses, en los que se aprovechaba para realizar ejercicios espirituales y para acudir al médico a lo que fuera necesario.

En esas visitas, la misionera mirobrigense estaba a caballo entre Madrid ?donde tienen uno de sus centros en España las Misioneras Combonianas- y Ciudad Rodrigo, y casi no daba tiempo a verla: "venía, estaba con mi madre, me volvía a ir y los de Ciudad Rodrigo ni se enteraban".

La situación cambió en los últimos años. Teresa Herrero decidió hacer un alto en su estancia en Ecuador para cuidar de su madre en Ciudad Rodrigo en los últimos años de vida de ésta. Su madre falleció hace un año, y ahora ha llegado el momento de regresar a Ecuador 5 años después de su marcha. El adiós a Miróbriga ha sido diferente en esta ocasión porque, al estar un período de tiempo tan prolongado, "sí he podido hacer amigos, que me veían por la calle, y me preguntaban".

Teresa Herrero aterrizará este viernes en la capital del país, Quito, sin conocer todavía cuál será su destino exacto en esta nueva etapa, aunque cree que podría quedarse en la capital como en los últimos años de su estancia en el país.