Los socialistas argumentan que el inmueble puede acabar en ruina, si no se repara, y, por otra parte, piden un mecanismo de participación directa para los vecinos
El Grupo Socialista presentará dos mociones en el próximo Pleno del Ayuntamiento de Salamanca. En una ellas se propone "la inmediata restauración del Torreón de los Anaya", así como la creación de una comisión que decida el uso de este edificio, cuya titularidad comparten el propio Consistorio y la Diputación. Y en la otra, el PSOE pretende que se retomen los Consejos de Barrio con el fin de "acercar la participación ciudadana a los vecinos".
En cuanto a la primera, el concejal socialista Joaquín Corona, recordaba que el Torreón de los Anaya, que se encuentra la calle San Pablo, fue adquirido en 1985 por 21 millones de pesetas. Hasta 2004 fue sede del Instituto de Estudios de Iberoamérica y Portugal y, posteriormente, se usó para el museo oriental, "en el que se tiraron 1.200.000 euros", explicaba Corona para añadir que en la actualidad presenta importantes humedades en los sótanos, así como las cubiertas deterioradas. Por ello, el PSOE solicita "la inmediata restauración de este inmueble, con 1.000 metros cuadrados útiles". De igual modo, se propone un acuerdo similar en la Diputación y una comisión para decidir el uso del edificio, una vez que esté rehabilitado.
Por su parte, el edil socialista, José Luis Mateos, explicaba la propuesta para recuperar los Concejos Abiertos, "que con Lanzarote como alcalde no funcionaron". En este sentido, desde el PSOE argumentan que es un mecanismo adecuado para "facilitar una participación directa y sin filtros de los vecinos, ya que es una demanda social y un derecho constitucional".
Por último, el portavoz del Grupo Socialista, Enrique Cabero, mostraba "el pleno respaldo al presidente de la Asociación de Vecinos Navega, José Briz", tras el episodio de acoso que sufría esta semana, por parte de un grupo de opositores a la construcción del aparcamiento subterráneo en el parque de Garrido. En este sentido, Cabero condenaba los hechos diciendo que "no se pueden consentir esas acciones, bajo ningún concepto".