El citado módulo es uno de los más masificados del C.P. de Topas, con un 122% de ocupación
Un interno del módulo 3 del C.P. de Topas protagonizó ayer un suceso al utilizar una barra de pesas del gimnasio del módulo para destrozar la cristalera de la garita de vigilancia, lo que generó momentos de mucha tensión, al tener que actuar los trabajadores ante un interno en actitud agresiva y armado con una barra de hierro.
El motivo de dicha actitud fue debido de la exigencia del mismo de que le sacasen del módulo, al parecer, como consecuencia de sentirse amenazado por otros internos. Dicho interno había sido trasladado ya a otro departamento el pasado lunes, pero tras el cacheo realizado por los funcionarios, le fue hallado un pincho carcelario, por lo que fue devuelto al módulo 3.
El citado módulo es uno de los más masificados del C.P. de Topas, con un 122% de ocupación, a pesar de que la clasificación del mismo alberga a internos con fuertes condenas o que han protagonizado durante su vida penitenciaria graves incidentes regimentales.
Estos hechos se producen en un momento en el que el Centro está llevando a cabo obras muy importantes en sus infraestructuras (cambio de sistema de apertura de puertas de las celdas, calefacción, etc., etc.; por valor de cerca de siete millones de euros), lo que implica un mayor esfuerzo en cuanto al control que se debe de llevar a cabo en el mismo, pese al déficit de personal que sufre el centro, especialmente en el área de vigilancia, durante los últimos años en los que no se vienen cubriendo las jubilaciones ni los pases a segunda actividad que se generan. A ello hay que sumar que Topas tiene una de las plantillas de media de edad más elevada de todos los centros penitenciarios de España.