Aseguran que en los últimos dos años se han jubilado más de 60 funcionarios de este centro y, sin embargo, no se ha incorporado ninguno
Los delegados que representan a los trabajadores del Centro Penitenciario de Topas han protagonizado un encierro para protestar por la falta de personal y el deterioro de las condiciones laborales de los 400 empleados que deben atender a 1.100 internos.
Mercedes Pliego, de UGT, explicaba que llevan "un año con movilizaciones por el déficit de personal, ya que en 2012 y 2013 no se ha incorporado ningún trabajador, cuando en Topas se jubilaron más de 60".
Por su parte, Valentín Ortiz, del sindicato Acaip, afirmaba que "el área más afectada es el de vigilancia, los trabajadores que estamos en contacto con los internos vemos comprometida nuestra integridad física y, de hecho, se han producido tres altercados de gravedad en los últimos meses".
Uno de los motivos de estos problemas, según explicaba Isaac Olivares, de CSIF, es que hay un edificio cerrado por las obras, "lo que supone que más de 100 internos se han repartido en otros módulos y eso genera conflictos".
Además, añadía Olivares, "otro problema que tenemos es el de la limpieza, había seis trabajadores a tiempo completo y han quedado tres a media jornada".
Por último, Teo Movilla, de CC. OO., resaltaba que todas las organizaciones sindicales están "en contra de la privatización de la seguridad exterior, ya que el Gobierno contrata a empresas particulares y, a partir de octubre, se realizará en Topas, sin embargo, con ese dinero deberían hacer una inversión en empleo público para paliar las carencias de las plantillas".