Esa ha sido la frase grandilocuente de Artur Mas a los empresarios catalanes.
Pero, ¿de qué libertad habla? Y ¿a qué precio?: ¿al de una mordida del 6 o del 7 por ciento en las futuras contratas públicas de una Cataluña independiente?
Eso es lo paradójico de las frases ampulosas y rimbombantes: que lo mismo sirven para justificar una cosa que la contraria. Se podría afirmar análogamente que la libertad de todos los españoles tiene el precio de su igualdad, sin excepción, bajo la misma Constitución democrática, equitativa y solidaria.
Pero, ¿qué precio han debido pagar Mas, Junqueras y compañía por las ventajas diferenciales de que hoy goza Cataluña? Ellos, en concreto, no han padecido la tortura, la prisión ni el exilio. Si la frase del President se refiere, en cambio, a las penurias que le pueden sobrevenir a una Cataluña independiente, me callo, pues en gran medida ésas dependerán de él.
Lo siento, pero la historia, ni siquiera la reciente, no está hecha de enormes sacrificios por parte de los nacionalistas, a diferencia en cambio de la izquierda militante, como los comunistas, que ellos sí que pagaron con sufrimientos desproporcionados su oposición al régimen de Franco.
Aún en vida del dictador, recuerdo haber podido escribir en Oriflama y dado clase en varios centros privados ?Institució Cultural del CIC, Escola de Fotografia Richter-Elisava y otros? en que la docencia se impartía habitualmente en catalán. Se trataba de la excepción, claro, al igual que el que mi amiga Charo Ansorregui diese clase de euskera a chicos de familias, vascas o no, de Barcelona.
Aquellos aún eran unos tiempos difíciles en que, cuando en 1972 Radio Nacional de España le encargó al gran profesional Toni Serra que realizase un programa en catalán, el mayor problema de entonces sólo fue encontrar locutores que lo hablasen con un mínimo de calidad. Pero, ¿cuál es, en cambio, hoy día el problema de una Cataluña completamente normalizada?, ¿de qué libertad carece?, ¿qué sacrificios comporta esa presunta ausencia?
Oyendo a sus agoreros se trata de un gravísimo tema irresuelto que sólo puede solucionarse con una traumática ruptura.
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