El reciclado del aceite, procedente de vehículos y maquinaria, permite su reutilización como materia prima
SIGAUS, el sistema integrado de gestión que se encarga de recuperar y gestionar los aceites industriales usados que se generan en España, recogió durante el pasado año 8.350 toneladas de este residuo en Castilla y León, una cantidad que equivale a la recogida de 34 toneladas diarias. Cumpliendo con los objetivos ecológicos legales, la totalidad de estos aceites usados procedentes de vehículos y maquinaria industrial fueron valorizados y destinados a los distintos procesos de tratamiento para su aprovechamiento como materia prima, evitando con ello su impacto ambiental.
En Castilla y León se consumieron durante 2013 21.548 toneladas de aceites industriales -un 3,36% más que en 2012-, lo que representa el 8,02% de la cantidad total de lubricantes comercializada en España por las empresas fabricantes adheridas a SIGAUS. Por sectores, la mayor demanda se dio en el sector de automoción con un 74,7% (16.105 t), mientras que un 23,8% (5.136 t) del consumo fue en el sector industrial, empleándose el 1,4% restante (307 t) en otros usos -aceites para pequeña herramienta, aerosoles multiusos, compresores o engrase de cadenas, son algunos ejemplos-.
La procedencia del aceite industrial fue mayoritariamente de fabricación nacional, con un 89,2% del total puesto en el mercado castellanoleonés. El 10,8% restante procede de la importación o adquisición intracomunitaria, que respecto a 2012 creció en términos relativos un 0,68%, especialmente gracias a la demanda del sector automoción (11,6%), más activo en la importación que el industrial (8,6%).
El consumo de estos aceites, tanto por los vehículos como en procesos y maquinarias industriales, generó durante el pasado año en esta comunidad 8.350 toneladas de aceites usados, que SIGAUS recogió y gestionó conforme a la legislación medioambiental vigente (Real Decreto 679/2006). Para la recuperación del residuo, la entidad pone en marcha un complejo proceso operativo que es controlado a través de un Sistema de Información Tecnológico (SIT) específico, donde se registran a diario todas las operaciones de gestión de aceites usados que se llevan a cabo en toda España por parte de su red de empresas gestoras. Este instrumento permite monitorizar los movimientos de los aceites usados que se generan en cualquier lugar del país, trazando el residuo desde su productor inicial (talleres, industrias) hasta su gestión final.
Gracias a este control se puede acreditar la correcta gestión del residuo, así como la reducción del impacto ambiental que de lo contrario podría provocar por su gran poder de contaminación. Si el aceite usado es debidamente extraído y almacenado puede ser valorizado en su totalidad, aportando importantes beneficios medioambientales en cuanto al aprovechamiento de los recursos contenidos en él, ya sean materiales o energéticos, suponiendo un importante ahorro de materias primas.
El aceite industrial usado como materia prima
Del volumen total de residuo que SIGAUS recuperó en Castilla y León durante 2013, el 100% fue valorizado, destinando a procesos de regeneración el 80,9% (6.758 t), permitiendo la producción de 4.501 toneladas de aceites base para la formulación de nuevos lubricantes (con la regeneración de 3 litros de aceite usado es posible obtener 2 litros de base lubricante).
Otro valor medioambiental añadido de este tratamiento ?establecido como prioritario por la legislación? es el efecto favorable sobre el cambio climático, ya que se estima que por cada tonelada de aceite industrial usado destinado a regeneración se evita la emisión a la atmósfera de 3 toneladas de CO2 que provocaría su utilización como combustible. Así, con la cantidad de aceite usado regenerada procedente de esta comunidad se evitó la emisión de 20.275 toneladas de CO2 a la atmósfera, una cantidad de gases equivalente a la que absorben 3.831 hectáreas de árboles.
Aprovechamiento energético
Cuando el aceite usado no puede ser regenerado, el segundo tratamiento viable en España es la valorización energética, es decir, la producción de un combustible alternativo a partir del aceite usado previamente tratado, de similares cualidades al tradicional fueloil, útil en muchos tipos de industrias como cementeras, yeseras, fábricas de cerámica, papeleras, asfaltos, áridos o aglomerados, cuyos procesos requieren utilizar hornos trabajando a altas temperaturas y con un importante gasto energético.
El pasado año se destinaron a este tratamiento el 19,1% de los aceites usados recuperados en Castilla y León, un total de 1.591 toneladas que fueron valorizadas energéticamente, generando una energía equivalente a 17 GWh (se estima que 1 litro de aceite usado procesado como fueloil contiene 10,84 kWh de energía), cantidad suficiente como para abastecer el consumo de 4.709 hogares de tipo medio.