Fiesta con aniversario incluido que deja además un deseo sobre el Santuario

Ciudad Rodrigo vivió en la tarde del lunes los actos principales de celebración con motivo de la festividad de Nuestra Señora la Virgen de la Peña de Francia, que este año 'incluyeron' la celebración de un aniversario muy especial, y dejaron un deseo de futuro.

Tras el Rosario de la Aurora de primera hora de la mañana en la Parroquia de San Andrés, y la Eucaristía al mediodía en el Santuario del Risco Mariano, los actos de la tarde del lunes volvieron a estar centrados en la citada Parroquia, con la presencia de cientos y cientos de fieles mirobrigenses.

Para empezar, tuvo lugar una Eucaristía, que fue oficiada por el Obispo de la Diócesis Raúl Berzosa, quién durante la homilía expresó su deseo de que el Santuario Mariano pudiera formar parte del territorio de la Diócesis de Ciudad Rodrigo (actualmente está bajo jurisdicción de la Diócesis de Salamanca).

El alcalde de Miróbriga y presidente de la Diputación, Javier Iglesias, mostró durante la Eucaristía su disposición a apoyar la propuesta ?también asistieron a la celebración el primer teniente de alcalde, Marcelino Cordero, y el concejal de Cultura, Enrique Cencerrado-.

Concluida la misa en sí, se desarrolló la última sesión de la Novena en honor a la Virgen que se ha llevado a cabo en la Iglesia de San Andrés desde el último día de agosto. Al finalizar la Novena, dio arranque la procesión de la imagen de la Virgen de la Peña por las calles de Miróbriga.

Portando la vara de mayordomo iba Roger Álvarez Díaz, quién ha ocupado este año la mayordomía junto a su mujer, Aurora Vicente Rubio, coincidiendo con sus Bodas de Oro como matrimonio. Curiosamente, hace 25 años, en sus Bodas de Plata, ya ejercieron como mayordomos.

Se da además la circunstancia de que una de las niñas que portó una de las cintas del estandarte que abría la procesión durante la tarde del lunes es sobrina de una de las personas que portó una de las cintas en la anterior ocasión en que Roger Álvarez y Aurora Vicente fueron mayordomos.

La procesión recorrió en su primer tramo la calle San Antón y la calle Canal, para subir posteriormente por la Avenida de España hasta el Árbol Gordo. En toda esa zona había numeroso público siguiendo la procesión. Aprovechando esa circunstancia, la comitiva se detuvo durante unos instantes para, siguiendo las indicaciones del párroco Celso Martín Santos, rezar una Salve mirando al Santuario de la Peña de Francia.

Concluido el rezo, continuó la procesión por la calle Santa Clara para regresar de nuevo por la calle San Antón hasta las puertas de la Iglesia de San Andrés. A sus puertas se colocó la imagen de la Virgen para entonar una nueva Salve. Como cierre, el Obispo lanzó vivas a la Virgen, a los mayordomos, a la Cofradía, así como a todos los mirobrigenses y civitatenses. Entre el público también se pudo oír un "viva el Obispo".